Bangladés, centenares de jóvenes católicos: Juntos contra la droga

de Sumon Corraya

En la diócesis de Barishal se realizó el 34to encuentro anual de los estudiantes católicos. La Comisión episcopal para los jóvenes invita a una “relación más profunda con Dios” y a rechazar las cosas negativas de la vida, como la dependencia de las drogas.

Barishal (AsiaNews) – Seguir a “María como ejemplo de vida, aquella que se sometió a Dios”: es el auspicio que guió el encuentro nacional de los jóvenes católicos de Bangladés. Habla a AsiaNews, el fraile Ujjal Placid Pereira, secretario de la Comisión para los jóvenes (Ec-Y) de la Conferencia episcopal del Bangladés. El organismo episcopal “alentó a los jóvenes católicos a una relación más profunda con Dios y a rechazar las cosas negativas”.

El evento se desarrolló del 21 al 24 de febrero en Padrishibpur, en la diócesis de Barishal. Fue la 34ta edición del encuentro internacional; han participado 400 estudiantes católicos de todo el país. El tema de este año retomó el de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá. “He aquí la esclava del Señor: se cumpla en mí según tu palabra” (Lc 1,38).

La Comisión episcopal propuso discusiones sobre argumentos muy sensibles para la realidad bengalí: la dependencia de las drogas, los efectos nocivos de la utilización de internet, el degrado del ambiente. Las sesiones, explica el hermano Ujjal Placid, “ayudar a los jóvenes a descubrir el verdadero significado de sus vidas y comprender aquello que es justo y aquello que está equivocado”.

Jude Flavian Bala, de la arquidiócesis de Chattogram (ex Chittagong, ndr), reporta: “Como líder de los jóvenes, podría ayudar a otros jóvenes deprimidos y aconsejar a los que están involucrados en el abuso de las drogas. Nosotros jóvenes deberíamos estar más involucrados en las iniciativas de la Iglesia, así (no nos haremos involucrar) en el consumo de los estupefacientes”.

Dina Mrong, una joven de etnia Garo de la diócesis de Mymensingh, dice haber realmente comprendido el significado de la vida. “La vida es un don de Dios – afirma – debemos ocuparnos de ella, evitar las cosas malas y realizar nosotros mismos con obras buenas y atentamente (en relación con los otros)”.