Bangkok: murió un refugiado uigur detenido en un centro durante nueve años
Mettohti Matturson, de 40 años, murió debido a las malas condiciones de detención. Había llegado a Tailandia en 2014 y fue arrestado junto con otros 450 fugitivos de Xinjiang. Cinco casos similares desde 2018. Director ejecutivo del Congreso Mundial Uigur: "¿Cuántos muertos más habrá antes de que las autoridades tailandesas actúen con humanidad?".
Bangkok (AsiaNews) - Segunda muerte en dos meses en un centro de refugiados uigures que escaparon de la persecución china en la provincia autónoma de Xinjiang y se encuentran detenidos en Tailandia. Mettohti Matturson, de 40 años, murió hace una semana debido a una patología hepática y las malas condiciones de detención, tras nueve años de reclusión en el centro de inmigrantes de Suan Phlu en la capital, Bangkok. Es la quinta muerte que se registra en ese centro desde 2018, a pesar de los llamamientos de muchos sectores para que las autoridades tailandesas mejoren las condiciones de vida y de seguridad y, sobre todo, garanticen mejor atención médica a los detenidos.
.Fuentes del Congreso Mundial de Uigures (organización histórica de la diáspora de esta población túrquica y musulmana) y del Uyghur Human Rights Project (grupo comprometido con la protección de su identidad y derechos), informaron recientemente que las condiciones de Mettohti Matturson habían empeorado, con fuertes dolores abdominales y vómitos. También había desarrollado ictericia severa. Resultó inútil el traslado al hospital, donde falleció.
Lamentablemente su caso no es aislado. Mettohti había sido puesto bajo custodia cuando llegó a Tailandia el 13 de marzo de 2014, destino que compartió ese mismo año con 450 personas del mismo grupo étnico, incluidas mujeres y niños, que huían de China. En julio de 2015, 170 de ellos habían sido embarcados en un vuelo a Turquía, que aceptó acogerlos por su afinidad de fe, idioma y cultura, pero otros 109 fueron deportados a China a pesar de las presiones diplomáticas y de numerosas organizaciones a las autoridades de Bangkok para que dieran marcha atrás.
El gobierno actual, heredero del golpe militar de mayo de 2014, se ha mostrado favorable a un mayor acercamiento con Beijing, tanto para favorecer acuerdos comerciales y militares e inversiones en infraestructuras, como para contar con un respaldo internacional menos crítico en materia de derechos humanos y reglas democráticas. Los uigures, al igual que otros grupos de refugiados, son víctimas de estos oportunismos políticos y estratégicos.
“¿Cuántas muertes más habrá antes de que las autoridades tailandesas actúen con humanidad y liberen a estas personas inocentes que solo buscan un refugio seguro?”, se preguntó el director ejecutivo del Congreso Mundial Uigur, Omer Kanat, al conocer la noticia de la muerte de Mettohti. "Los uigures de todo el mundo están angustiados al pensar que estos refugiados llevan nueve años en condiciones miserables sin que el mundo haya movido un dedo para salvarlos".
