Bangkok, reabre sus puertas el templo del atentado. La policía busca a un sospechoso
Bangkok (AsiaNews/Agencias)- Un grupo de monjes thai guió la oración durante la reapertura del templo hindú de Erawan, en el centro de Bangkok, teatro del atentado del 17 de agosto pasado en el cual murieron más de 20 personas y hubo más de cien heridos. El lugar de culto es popular también entre los budistas y desde muy temprano muchos han rendido homenaje al templo y a las víctimas del ataque, entre las cuales hay varios turistas extranjeros. Un pariente de una de las víctimas, de nacionalidad malaya, habría depositado un paquete que contenía ropa, como símbolo de los seres queridos muertos en la explosión.
Ayer se registró un segundo ataque, cuando lanzaron un dispositivo explosivo en el puerto de Bangkok, si bien la explosión no causó muertos ni heridos. Las autoridades no excluyen (por ahora) una relación entre los 2 episodios de violencia, que han conmovido a la capital de Tailandia, si bien hasta el momento nadie reivindicó oficialmente los 2 atentados.
Fuentes locales refieren que esta mañana no había medidas de seguridad particulares alrededor del templo donde se realizó el atentado. El público podía entrar al interior del templo sin controles ni inspecciones. Pocas horas antes, la zona fue limpiada de los restos de las víctimas y de los cuerpos desgarrados por la deflagración.
El ataque en el corazón de la capital tailandesa, es el “peor jamás visto” para el Premier Prayuth Chan-ocha y causó la muerte de por lo menos 11 extranjeros, entre los cuales hay ciudadanos chinos de Hong Kong, de Singapur, de Indonesia y también una familia malaya. Según los expertos, la violencia podría significar una ulterior intensificación de las medidas de seguridad en el orden público por parte del gobierno- que está en manos del ejército- llevando al país siempre cada vez más hacia “una dictadura militar”
Mientras tanto, prosiguen las investigaciones sobre el atentado por parte de la policía, con los investigadores que buscan a un individuo sospechoso, detectado por las cámaras de seguridad de la zona. Las imágenes muestran a un joven que viste una camiseta amarilla y una mochila en la espalda, que entra al interior del templo y que con mucha calma deposita la mochila en un banco para después alejarse, mezclándose con la multitud.
Mientras deja el lugar del atentado, el joven (en la foto) tiene en una mano una bolsa de plástico y en la otra parece tener un smartphone, si bien las imágenes no son muy nítidas y no es posible definir con exactitud los movimientos del sospechoso. Algunos instantes después, sucede la explosión.
El general mayor Weerachoon Sukhonpatipak, vocero del gobierno militar del ejército tailandés, afirma que las autoridades están “muy cerca” de identificar al sospechoso encuadrado en las cámaras de circuito cerrado. Prawuth Thawornsiri, vocero policial, agrega que los investigadores están buscando también a posibles cómplices que habrían ayudado al sospechoso y estarían en contacto con el número uno. “Este tipo de ataques- afirma- en general no son planificados por una sola persona”.
Hasta ahora, son desconocidas las motivaciones que están detrás del ataque. El Prémier Prayuth deja abiertas todas las hipótesis, se piensa en una “matriz política” con la intención de “minar la economía o el turismo”. En el pasado Tailandia registró un largo período de crisis política, con manifestaciones callejeras y enfrentamientos; sin embargo jamás se registraron episodios de violencia o ataques con bombas en lugares públicos, mucho menos de esta talla. Si bien existe la violencia de los separatistas musulmanes en el sur del país, que causó unos 6.400 muertos,estos episodios siempre permanecieron confinados a las zonas que son escenario del conflicto.