Bangkok, la presión de Prayut llega hasta los raperos
Está preso ElevenFinger, artista nacido y criado en el barrio marginal de Khlong Toei, notoriamente crítico de los militares. Acusado de haber arrojado bombas contra el complejo militar donde reside el ex general y actual jefe de gobierno. Se aplica la ley de lesa majestad, cada vez más utilizada contra los opositores, que establece fuertes sanciones.
Bangkok (AsiaNews) - En Tailandia continúan los enfrentamientos de baja intensidad entre un gobierno heredero del golpe de Estado del 22 de mayo de 2014 y los raperos. El último episodio fue el arresto de ElevenFinger (nombre artístico de Thanayuth Na Ayutthaya), un joven artista nacido y conocido en los barrios marginales, tanto por sus actividades sociales como por formar parte de una oposición al actual gobierno tailandés que sigue manifestándose de manera imprevisible, a menudo con flash mobs como el que tuvo lugar el domingo en el corazón de la capital.
El rapero había participado en la protesta y fue acusado de haber lanzado, la noche de ese mismo día, dos bombas de baja intensidad contra la entrada de la base del Primer Regimiento de Infantería - cuya sede está en Bangkok - donde reside el jefe de gobierno, el ex general Prayut Chan-ocha. El ataque habría sido parte de un plan en el que participaron otros individuos que ya fueron detenidos en su mayoría. Eran poco más que petardos, según la prensa tailandesa, pero se convirtió en el detonante de una nueva oleada arrestos y denuncias que podrían acarrear incluso penas muy severas.
ElevenFingers es notoriamente crítico respecto del control militar del país y ya había sido arrestado en agosto de 2020 junto con otra docena de activistas, pero este hecho, sumado al documental de Netflix que describe su experiencia y la de otros raperos criados en el barrio marginal de Khlong Toei, solo había potenciado su fama.
Como él, muchos artistas, blogueros, influencers y gran número de estudiantes universitarios e intelectuales han tomado rumbo de colisión con las autoridades, adoptando una posición crítica a la que se ha hecho frente con tácticas probadas pero ya ineficaces: coerción y ningún diálogo. En los casos extremos, aquellos que se consideran más peligrosos para el establishment, se ha recurrido a la ley de lesa majestad, es decir, la acusación de insulto a la monarquía, que conlleva severas penas de prisión y cuya aplicación tiene límites totalmente arbitrarios
Ayer Thanathorn Juangroongruangkit, el dirigente opositor más respetado que encabeza el frente del Movimiento Progresista, fue imputado por este delito a raíz, según la acusación, de un discurso del 18 de enero de 2021 en el que criticó los planes del Gobierno para comprar vacunas para el Covid. El caso del rapero es seguido por la organización Thai Lawyers for Human Rights, muchos de cuyos miembros han sido arrestados o sometidos a vigilancia.
16/07/2021 15:02