Bangkok, la oposición desafía al estado de emergencia. Líder pro-gobierno herido en el norte

Uno de los principales exponentes de las "Camisas rojas", fieles del ejecutivo, fue herido en la espalda por algunos proyectiles. Líder de los "rojos" anuncia protestas sin medida. Fuentes de AsiaNews: "La hipótesis es proceder al voto, declarar la nulidad y luego ganar seis meses de tiempo para las reformas; sin embargo falta una figura que tenga autoridad que favorezca el compromiso".

Bangkok (AsiaNews)- Esta mañana un líder de las "Camisas rojas" tahi, movimiento fiel a la primer ministro Yingluck Shinawatra, fue herido con golpes de arma de fuego disparados en el interior de su habitación en Udon Thani, provincia del nordeste del país, bastión electoral del gobierno. Kwanchai Praipan, presentador radiofónico de una emitente pro-gobierno, en primera fila en la ocupación de Bangkok en 2010 por parte de los "rojos", fue herido en una espalda y una pierna; desconocidos abrieron fuego de un vehículo situado en la cercanía de la casa y huyeron. Sólo ayer el conductor de radio y activista había declarado a Reuters que los más fieles del gobierno, "combatirán" y la nación "quemará" en el caso se haga un golpe de estado contra Glingluck. Mientras tanto en la capital se vive una situación de calma aparente y las actividades laborales se desarrollan con regularidad. A despecho del decreto de emergencia emitido por Bangkok y las provincias fronterizas para los próximos 60 días, la policía no interviene contra los manifestantes aunque si ben queda el riesgo concreto que la crisis política pueda asumir las connotaciones de la violencia.

En la noche el líder de las protestas anti-gobierno Suthep Thaugusban ha liquidado el procedimiento gubernamental, invitando a sus sostenedores a que no tengan miedo y a continuar con las manifestaciones. "Hemos protestado por seis meses- declara el jefe de las "Camisas amarillas"- y no se entiende por qué sólo ahora se sienta la necesidad de declarar el estado de emergencia". Mientras tanto, él invita a los fieles a ignorar el decreto: "Los desafiaremos todos-agrega- marchando en cada calle en la cual se nos impida hacerlo. Usaremos altoparlantes, si bien los prohibieron. Haremos todo los que está prohibido hacer".

Desde hace semanas, diversos y siempre más numerosos grupos de manifestantes de la oposición, piden a la primer ministro Yingluck Shinawatra que se demita. Según los manifestantes, detrás del gobierno está la mano del hermano de la actual ministro. Thaksi, por años líder tailandés, hoy en exilio- que estaría "gobernando in absentia". Por su parte, la Shinawatra se negó firmar las dimisiones pero ha convocado a nuevas elecciones para el 2 de febrero.

Una fuente oficial de AsiaNews en Bangkok, que pide el anonimato por seguridad, subraya que en Tailandia se fatiga "en descender a compromisos" y a hacer prevalecer "la lógica del diálogo, "en vista de un bien superior". Todavía, en el horizonte se perfila una posible solución que garantice al país algunos meses de tiempo para realizar las reformas necesarias, poniendo fin a las protestas de plaza y llevando el enfrentamiento al álveo de la política. "De las últimas informaciones- cuenta la fuente- surge que con toda probabilidad se tendrán las elecciones, también por qué el gobierno no tiene más el poder de postergarlas luego de la firma del Rey y proceder a un reenvío o a la anulación arriesga de convertirse en una forzada constitucional".

Sin embrago, una vez abiertas las urnas el 2 de febrero, "con toda probabilidad el voto no irá a buen fin", porque no será "popular y comprensivo". De aquí el posible pedido del ejecutivo a la Corte constitucional de "declararlo inválido" y "postergar al turno sucesivo de 5 o 5 meses", el tiempo necesario "para los partidos para alcanzar un acuerdo de base sobre las reformas". Esta prospectiva podría ser acogida por las partes, porque Yingluck obtendría un deslizamiento "según los principios democráticos", ganando tiempo para las reformas "que los amarillos piden a gran voz". El punto es que, hasta hoy, falta una "figura autorizada" que esté en grado de hacer sentar a los partidos alrededor de una mesa y guiar las tratativas que lleve a un compromiso aceptable para el País". Falta, en concreto, una figura político-institucional en grado de hacer surgir a Tailandia de una situación de quietud, evitando, como ya sucedió tantas veces en el pasado, el golpe de estado de los militares.