Bagdad, polémica por la propuesta ministerial de suprimir las clases mixtas
La medida afectaría a las escuelas primarias, y en un segundo momento se aplicaría a los institutos superiores y a las universidades. Polémica en las redes sociales y "fuerte oposición" de la sociedad civil, que rechaza la "islamización". Saad Salloum: las divisiones "son contrarias a nuestra cultura", pero sigue siendo un tema "controvertido".
Bagdad (AsiaNews) - La propuesta fue presentada para comprobar la reacción de la opinión pública, como ya había ocurrido en otras ocasiones en el pasado. Y una vez más, ha suscitado una fuerte polémica en la web y en las redes sociales entre los que están a favor y los que están en contra. El mes pasado, el Ministerio de Educación iraquí anticipó que procederá a la separación de los alumnos de diferente sexo en las aulas. La medida se aplicaría primero en las escuelas primarias y secundarias, para luego extenderla a los alumnos de los institutos de estudios superiores. La norma contaría con el apoyo de los partidos de inspiración islámica y los círculos radicales, pero se topa con la oposición de la sociedad civil. “Es un debate que surge de vez en cuando", explica a AsiaNews Saad Salloum, periodista y profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad al-Mustanṣiriyya de Bagdad. Y comenta que la medida "encuentra una fuerte oposición en los institutos y las universidades".
La intención del ministerio es introducir la prohibición de formar clases mixtas en el ciclo primario y proceder a una estricta separación por sexos. Según algunos observadores, el anuncio es una medida preliminar para medir la reacción del público antes de extender las mismas normas a un nivel superior. Las divisiones también afectarían al personal docente de los institutos con alumnos de un solo sexo: habría profesoras para las niñas y profesores para los niños. Solo se permitiría el pase a otra institución si el sexo del estudiante coincide con el del tipo de establecimiento, mientras que los traslados mixtos se congelarían.
Uno de los baluartes de la educación en Irak es la convivencia entre personas de distinto sexo, que se ha establecido en las últimas décadas a pesar de los distintos gobiernos que se han alternado en el poder. Sin embargo, desde la invasión estadounidense de 2003 y con el avance de los partidos de inspiración islámica, ha aumentado la presión sobre el ejecutivo y las instituciones para que se vote en el Parlamento una ley que introduzca la separación. Aún así, el intento forzado se ha topado con una fuerte resistencia en la sociedad civil y en parte del cuerpo docente, que defiende firmemente el concepto de una educación laica y libre de condicionamientos religiosos.
Según Saad Salloum, los debates sobre el tema "surgen de vez en cuando", pero gran parte de los iraquíes se opone a esta medida y no es casual que esté diseñada para el primer ciclo. En las instituciones de estudios superiores", subraya, "donde los alumnos son mayores, es imposible imaginar una separación. Nadie querría aceptarlo, ni los alumnos ni los profesores". Para los defensores y los que la apoyan, continúa, "no sólo hay motivaciones religiosas" sino también "cuestiones educativas" que no parecen ser suficientes para atraer a las masas y el propio ministerio "aún no ha tomado una posición clara" sobre la polémica.
Dependiendo de la zona del país o de la ciudad, puede haber una aceptación "diferente" y un "apoyo" creciente a la propuesta, que también está relacionada con "los hechos relatados en las noticias, que ocurrieron en algunas escuelas públicas del país". Se trata de episodios "peculiares y controvertidos", entre ellos la difusión de un vídeo de una fiesta de fin de curso en una escuela pública de Bagdad, que causó gran revuelo por frases y actitudes consideradas obscenas.
Así todo, la mayoría está convencida de que la eliminación de las clases mixtas no es la solución correcta, sino sólo la consagración de una sociedad islamizada. "Las divisiones", concluye el profesor Salloum, "son contrarias a nuestra cultura y una parte del país ha reaccionado con resentimiento, hasta el punto de que el ministerio se apresuró inmediatamente a aclarar que sólo se aplicaría a determinados institutos. Entre los profesores hay quienes están a favor y en contra... lo cierto es que sigue siendo una "cuestión polémica, que genera debate" y no puede abordarse ni resolverse en base a una reacción emocional ante hechos controvertidos.