Bagdad, diputados cristianos contra la ley que prohíbe la venta de alcohol
El Babylon Movement denuncia que es inconstitucional, porque ignora los derechos de las minorías. La norma fue aprobada en 2016, pero recién en los últimos días se hizo oficial cuando fue publicada en la Gaceta. Multas de hasta 16 mil euros. En el Kurdistán iraquí fue vandalizado un milenario yacimiento arqueológico asirio con la inscripción "Allah Akhbar".
Bagdad (AsiaNews) - Un nuevo frente de batalla se abre en Irak en relación con la venta y consumo de alcohol, un tema espinoso y largamente debatido, causante en el pasado de ataques mortales contra tiendas y comerciantes cristianos por parte de grupos extremistas islámicos. En estos días, en efecto, algunos políticos están tratando de derogar la ley que prohíbe la importación y venta de productos alcohólicos, porque el 4 de marzo se dio la orden de hacer cumplir la ley y aplicar la prohibición. La norma se convirtió en ley el mes pasado, a pesar de la dura batalla y la enérgica oposición de la minoría parlamentaria.
Los cinco diputados cristianos, elegidos en base a la cuota de escaños reservados a las minorías, presentaron una demanda afirmando que la ley contra la venta de alcohol es "contraria a la democracia". En Irak, un país de mayoría musulmana, se desalienta el consumo público y es un elemento de desaprobación, aunque las bebidas se pueden comprar en tiendas o vender en bares que cuentan con la correspondiente licencia.
La ley se aprobó en el Parlamento en 2016 y conlleva multas de hasta 16.000 euros. Prohíbe la venta, importación o producción de alcohol, pero entró en vigor oficialmente el mes pasado, siete años después de la votación, cuando fue publicada en el boletín oficial. Por el momento no se sabe con qué rigor se aplicará, y si será rechazada por la Corte Suprema o bien esta la mantendrá en vigor, dictaminando que es conforme a derecho.
En el recurso, los miembros del Babylon Movement denuncian su inconstitucionalidad porque ignora los derechos de las minorías y restringe las libertades personales. También contradice un decreto del gobierno que se adoptó en los días previos a la publicación en el Boletín Oficial del 20 de febrero, que establece un impuesto del 200% sobre todas las bebidas alcohólicas importadas durante los próximos cuatro años.
Entrevistado por AFP, Sarmad Abbas, un comerciante de Bagdad, explica que la prohibición terminará alimentando el mercado negro pero no detendrá la venta de alcohol, que por cierto no está restringida solo a la minoría cristiana. También reconoce que el Islam prohíbe su consumo, aunque añade que “aquí estamos hablando de libertades personales que no se puede prohibir que los ciudadanos ejerzan”. En el pasado el patriarcado caldeo también había intervenido en el tema, afirmando que la ley contra el alcohol era una "ley liberticida" y que "en un momento crítico como éste [2016, ndr.], cuando se está desarrollando la ofensiva en el norte" contra Estado Islámico, "perjudica a todos y en particular a la unidad nacional".
Los motivos de preocupación de los cristianos iraquíes no terminan con el alcohol. El 3 de marzo pasado algunos vándalos atacaron, profanándolo, un sitio arqueológico asirio en Dohuk, en el Kurdistán iraquí. Los atacantes escribieron carteles y consignas islámicos extremistas, atacando por tercera vez en el mismo lugar en los últimos siete años. Está en el área de la cueva de Kalamata, en el monte Zawa, al sur de la ciudad, que tiene casi 3.000 años y donde se encuentra representado el rey Senaquerib, que gobernó el imperio asirio entre el 704 y el 681 a.C. Uno de los carteles que escribieron sobre los relieves es el lema "Allah Akhbar".
