Ayodhya: los líderes hindúes no asistirán a la inauguración del templo de Modi

de Nirmala Carvalho

Ninguno de los cuatro shankaracharyas ha aceptado asistir a la ceremonia que tendrá lugar el 22 de enero. El templo todavía no está terminado y la inauguración violaría los principios de la religión. Pero dos de los cuatro dirigentes matizan su decisión, señalando que no se oponen a la presencia del primer ministro.

Delhi (AsiaNews) - Ninguno de los cuatro shankaracharya estará presente en la inauguración del Templo de Rama, en Ayodhya, el 22 de enero. Se trata de los jefes religiosos que encabezan los cuatro monasterios que la tradición advaita afirma que fueron fundados por Adi Shankara, y por tanto se encuentran entre las máximas autoridades espirituales del hinduismo. Continúa así la polémica en torno al lugar de culto de la ciudad sagrada para hindúes, budistas y jainistas, en disputa con los musulmanes, y símbolo por excelencia del nacionalismo religioso que propugna el BJP. La decisión se debe a que la ceremonia viola los dictados del Sanatan Dharma, un nombre alternativo para el hinduismo que se utiliza en sánscrito y otras lenguas locales junto con el más difundido Hindu Dharma.

Avimukteshwaranand Saraswati, 46º jefe del monasterio de Jyotish Peeth (Uttarakhand), explica que no va a participar en el evento debido a que la ceremonia viola los preceptos porque el templo todavía está "incompleto". Añade que la decisión no es "contra Modi" [Narendra, el primer ministro indio], sino que sólo depende de que no se le "permite participar en un ritual" "contrario a los shastras". Swami Nischalananda Saraswati, el Shankaracharya (jefe del monasterio) de Govardhana Peeth, en Puri, ya se había negado a participar en la ceremonia (Prana Prathishta) por el mismo motivo.

En un mensaje de vídeo que se publicó en X, Avimukteshwaranand Saraswati explicó que la decisión de los cuatro shankaracharyas no es "contra Modi", sino sólo la voluntad de "ajustarse a los principios de las sagradas escrituras". "¿Cuál es la razón -continuó- para no ir? No por aversión y odio, sino porque los shankaracharyas tienen el deber de seguir los shastra-vidhi (rituales shastra) y asegurarse de que se cumplen" y "en este caso se están ignorando". El problema de fondo es que la consagración se lleva a cabo "cuando el templo aún está incompleto" y no hay ningún vínculo o razón, concluye, con estar "en contra de Modi".

Swami Nischalananda Saraswati, figura destacada del mundo hindú, apunta a la implicación de personalidades políticas en un acontecimiento sagrado o, más en general, en un asunto religioso. Reitera con firmeza que está convencido de que "el primer ministro Modi no debería participar en la instalación física del ídolo Ram" porque eso, al igual que la consagración, les corresponde "sólo a los sacerdotes y sadhus, no a los políticos". La presencia anunciada de numerosas personalidades del mundo político lo llevó a declinar la invitación, negándose a participar en la ceremonia.

Por su parte los otros dos Shankaracharyas, de Dwarka y Sringeri [son cuatro en total, en representación de los puntos cardinales: Puri al este, Dwarka al oeste, Badrikashrama al norte y Sringeri al sur], tildan de "fake news" los rumores de que están en contra de la ceremonia. En una nota difundida hoy, los líderes religiosos subrayan que no han hecho ninguna declaración oficial sobre el controvertido templo de Rama; por el contrario, consideran que la inauguración es la "culminación de 500 años de lucha" y, por tanto, es un acontecimiento que se debe valorar.

Desde hace décadas Ayodhya es el centro de tensiones y controversias religiosas, con violencia y ataques entre musulmanes y ultra nacionalistas hindúes, hasta la sentencia de la Corte Suprema de 2019 que adjudicó la zona en disputa a los hindúes y reubicó la mezquita destruida. En agosto de 2020 el primer ministro Modi colocó la primera piedra del nuevo templo, que será inaugurado el 22 de enero en el lugar donde se cree que nació el dios Rama. Sin embargo, los partidarios de la ideología hindutva, la franja hindú más extremista, se han manifestado en contra del proyecto, entre otras cosas por la participación de artistas musulmanes o la presencia de motivos arquitectónicos demasiado similares a los islámicos.