Autoridades religiosas y políticas palestinas continúan con el boicot en la Explanada
Israel removió los detectores de metales, pero anunció nuevas medidas de control. Para Mahmoud Abbas ha de regresarse a la situación tal como era antes del 14 de julio, para “volver a la normalidad” y restablecer el diálogo. La Corte Suprema israelí accede al pedido de una ONG en defensa de los derechos humanos, que pide la restitución de los cuerpos de los atacantes del 14 de julio.
Jerusalén (AsiaNews/Agencias) – Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, anunció que no restablecerá el diálogo con Israel hasta tanto no desaparezcan todas las medidas impuestas por Israel en la Explanada de las Mezquitas desde el 14 de julio, luego del ataque en el cual fueron muertos dos policías israelíes. “Después de eso, las cosas volverán a la normalidad en Jerusalén, y retomaremos el compromiso por las relaciones bilaterales”. También los fieles y líderes musulmanes han decidido proseguir con el boicot, optando por seguir rezando en las calles adyacentes a la Explanada. El boicot se inició luego de que Israel decidiera instalar detectores de metales para el control de los fieles que ingresan y salen de la Explanada.
Ayer, las autoridades israelíes retiraron los detectores de metales que habían desencadenado las protestas palestinas. El premier Benjamin Netanyahu anunció que en su lugar se dispondrán “inspecciones de seguridad basadas en tecnologías de avanzada y otros medios”. Las nuevas medidas serán activadas en los próximos meses, con un incremento de las fuerzas de policía.
Para los palestinos, estas medidas representan un intento de Israel para controlar la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo más importante para el islam, al cual los judíos denominan Monte del Templo, es decir, el sitio donde solían levantarse los templos bíblicos. Según el Status Quo, al cual Israel debe atenerse, los musulmanes son los únicos que pueden rezar dentro de la Explanada.
Bezalel Smotrich, miembro de la Knesset por el partido Jewish Home, antes de ayer afirmó que los palestinos debieran pagar “un precio caro” por sus acciones, y que habría que “cerrar el Monte del Templo a las oraciones árabes, y en su lugar debiera ser construida una sinagoga para los judíos”.
El Waqf, que es el órgano administrador musulmán del sitio, apoya la protesta de los fieles. El jeque Raed Daca, uno de los responsables, ha afirmado: “Este es un movimiento surgido en las calles. Nosotros, en tanto Waqf, prestamos oídos a la calle. Si la calle dice sí, nosotros decimos sí; si la calle dice que no a las medidas, nosotros decimos no”.
Los palestinos cristianos, junto a los líderes de las Iglesias, han expresado su apoyo a los musulmanes a fin de que sea respetado el Status quo.
En tanto, la Corte suprema israelí anoche se expresó en una sentencia que podría constituir un importante precedente. Dando lugar a la apelación presentada por la organización por los derechos humanos Adalah, afirmó que los cuerpos de los tres atacantes que el 14 de julio abrieron fuego debían ser restituidos a sus seres queridos en un plazo de 30 horas. Israel, como norma, retiene los cuerpos de los palestinos muertos por la policía para así impedir que sus funerales se vuelvan caldo de cultivo para la “incitación” contra el Estado israelí. Esta política es criticada tanto por las organizaciones por los derechos humanos - que la consideran un acto de castigo colectivo- como por los oficiales israelíes, según los cuales la misma resulta “ineficaz”.
17/12/2016 13:14
19/07/2017 12:03