Aumenta el terrorismo en Bangladesh, párrocos a los fieles: Presten atención

de Sumon Corraya

En las últimas semanas sucedieron numerosos intentos de ataques suicidas. Los militantes no se limitan más en atacar a la policía, sino que intentan un golpe grande al cuartel general del antiterrorismo. Los líderes cristianos invitan a los fieles a señalar las situaciones sospechosas. Las iglesias de la capital han instalado tele -cámaras de vigilancia después de la masacre del bar para extranjeros.

Dacca (AsiaNews)- Los cristianos de Bangladesh están preocupados por el aumento del terrorismo de matriz islámica. Por esto algunos sacerdotes han realizado pedidos desde los púlpitos de las iglesias un pedido a la prudencia, a tener los ojos abiertos y señalar a la policía si hay algo de sospechoso. A AsiaNews, Nirmol Rozario, presidente de la Bangladesh Christian Association, afirma: “En el pasado los militantes realizaban ataques contra la policía, mientras que ahora estamos asistiendo a atentados suicidas contra el Rab [Rapid Action Battalion, unidad especial del anti-terrorismo – Ndr]. Creo que los radicales islámicos estén en la desesperada búsqueda de objetivos para atacar. Nosotros cristianos, en cuanto minoría religiosa, debemos estar más atentos”.

En las últimas semanas en el país se asistió a una nueva ola de ataques. El primero sucedió la noche del 10 de marzo, cuando algunos criminales han atacado a Gilbart Costa, un guardia de seguridad que presta servicio a la iglesia católica de Mothurapur, en la diócesis de Rajshahi. El hombre está todavía hospitalizado en graves condiciones. El párroco, el p. Dilip Costa declara: “No sabemos quién haya realizado este ataque, si haya sido un grupo islámico o por otros motivos”. En relación a este episodio la policía arrestó a tres personas. “No obstante esto- continúa- estamos asustados. Además es preocupante el hecho que los terroristas han agredido a nuestro guardia con un cuchillo porque él se negó a dar a ellos las llaves de la iglesia”.

Otro episodio se verificó el 17 de marzo, durante la prédica del viernes. Un terrorista intentó entrar en el cuartel general del RAB en construcción en Dacca, adyacente al Hajj Camp y trató de hacer explotar la carga explosiva que llevaba en su cintura, pero fue muerto a tiros. El estado islámico reivindicó el gesto en Amaq, el órgano de prensa oficial de los militantes.

El día sucesivo fue asesinado otro kamikaze que intentaba escapar de un puesto de control de la policía en la zona de Khilgaoa, siempre en la capital. La semana pasada las fuerzas de la policía y del anti-terrorismo hicieron varias búsquedas en las habitaciones de los militantes, matando a cinco. Hoy otra operación está en curso en la zona de Shibbari, en el distrito de Sylhet: estando en las últimas actualizaciones, el área fue rodeada y los militantes fueron invitados a rendirse.

Durante los controles realizados recientemente, los agentes de Chittagong han descubierto que en los últimos tres años desaparecieron al menos 263 jóvenes. Las autoridades consideran que algunos de ellos se han unido en la filas del Califato.

A la luz de todos estos episodios, los cristianos han lanzado un pedido a la prudencia. El p. Kamal Corraya, párroco de Tejgaon, que comprende a la comunidad católica más numerosa de todo el país con 25 mil fieles, refiere: “Durante la misa dominical pasada (19 de marzo) hemos pedido a los católicos que tengan atención. Cualquier cosa sospechosa vean, deben decirlo a la policía y a nuestra guardia de seguridad. Hemos también decidido de cerrar la puerta de ingreso de la iglesia en las horas de la tarde, cuando hay más silencio y es raro que los fieles vengan”. El sacerdote agrega que como guardia de la iglesia hay cinco agentes de seguridad y que cada día funcionarios de grado superior visitan a la comunidad para verificar que no hayan problemas. Lo mismo sucede en casi todas las iglesias de la capital, que después de la masacre en el bar frecuentado por extranjeros del 1 de julio pasado, han instalado tele-cámaras a circuito cerrado. La sede del arzobispado está presidiada cada día por 10 agentes.