Assam, una religiosa abre una casa para ayudar a las personas transgénero
Puso en marcha la iniciativa la hermana Prema Chowallur, quien participa activamente desde hace años en la lucha contra la trata de personas. "Ridiculizadas y humilladas, estas personas son marginadas y obligadas a ingresar al circuito de la prostitución. Queremos que recuperen su dignidad".
Guwahati (AsiaNews) - Una casa para sacar a las personas transgénero de la calle y ofrecerles un futuro mejor. El pasado 4 de mayo en la India, en la provincia de Assam, abrió sus puertas la Casa Arcoíris de las Siete Hermanas (RHoSS). La promotora de la iniciativa fue la hermana Prema Chowallur, una religiosa de las Hermanas de la Cruz de Chavanod, que desde 2016 trabaja en Assam por los más necesitados. La hermana Prema es también vicepresidente de la sección india de Amrat, el movimiento asiático de religiosos comprometidos contra la trata de seres humanos.
La religiosa explica a AsiaNews el significado de la iniciativa: “Estas personas se ven obligadas a mendigar porque nadie les ofrece trabajo. Ridiculizadas y humilladas, son excluidas de la ciudad y forzadas de hecho a ingresar en el circuito de la prostitución. Nuestro objetivo es sacarlas de la parte trasera de los rascacielos y de los barrios marginales para ayudarlas a recuperar su dignidad”.
Por el momento solo hay dos personas que se alojan en una casa alquilada, debido sobre todo a las dificultades que supone poner en marcha la iniciativa precisamente en medio de la nueva ola de la pandemia. “Pero ya tenemos - sigue diciendo la hermana Prema - otras solicitudes. Las huéspedes aprenden a leer y escribir, a coser, a conducir, a hacer velas. Aquí aprenden tanto habilidades técnicas como una manera de vivir que les permita llevar una vida digna en la sociedad y en la familia, haciéndolas autosuficientes. El objetivo es reducir la mendicidad y la prostitución, lacras que una sociedad no debería tolerar. No son objetos sino personas que merecen respeto y dignidad como todos”.
El hogar también se ocupa de los menores transgénero, que son muy vulnerables. “Estos jóvenes - explica la religiosa - están atravesando una crisis. A menudo abandonan su casa y terminan uniéndose a grupos transgénero que los absorben como una secta. Mi objetivo es ofrecerles un lugar seguro para educarlos, apoyarlos y realmente integrarlos a la sociedad. Si obtenemos la tutela prevista para la protección de los menores, podemos hacer que vuelvan a la escuela y que después continúen la educación superior, en vez de abandonarlos en los andenes de las estaciones”.
La India reconoce oficialmente el estatus de “tercer género” para las personas trans, pero de hecho siguen siendo condenadas al ostracismo por sus propias comunidades. “La Iglesia - concluye la hermana Prema - hoy está llamada a trabajar por los excluidos, los descartados, los marginados. Construir rascacielos, grandes centros comerciales o ciudades de vanguardia no dará gloria ni desarrollo hasta que aceptemos tratar a cada persona con humanidad y amor, más allá de cualquier distinción de género”.
17/12/2016 13:14