Assad y Aoun discuten vías y formas para lograr el retorno de los refugiados sirios
En siete años de conflicto, más de un millón de sirios huyeron al país de los cedros; el objetivo que se proponen es acelerar su regreso a su tierra natal. Damasco y Beirut apuntan a reforzar la cooperación en materia de seguridad, para el patrullaje de las fronteras y el control del territorio. Los lazos con Assad dan lugar a un enfrentamiento político interno en el Líbano.
Damasco (AsiaNews/Agencias) - El presidente sirio Bashar al-Assad y el homólogo libanés Michel Aoun, en un diálogo telefónico mantenido recientemente, trataron el problema de los refugiados, que constituye una de las consecuencias más graves del conflicto que ensangrienta Siria desde hace siete años. Según fuentes consultadas por el periódico al-Akhbar, los dos líderes ahondaron en las vías y modos que podrían permitir “acelerar el regreso a su tierra natal”.
Además de la emergencia referida a los refugiados, Damasco y Beirut entablaron una serie de coloquios a fin de reforzar la cooperación en el plano militar: una confirmación de que la situación de Siria tiende a estabilizarse. En este contexto debe ser visto el coloquio entre el jefe del ejército libanés Jospeh Aoun con la contraparte siria Ali Abdullah Ayoub, quien se desempeña en el cargo de ministro de Defensa. El objetivo al que apuntan es que pueda lograrse una “coordinación conjunta en materia de seguridad” entre los dos países, para un mejor control de las fronteras y para repeler las actividades extremistas y terroristas de los grupos presentes en el territorio.
La controvertida cuestión de las relaciones comerciales y diplomáticas entre el Líbano y Siria ha sido, en el último tiempo, objeto de discusiones y ácidas polémicas entre la plana de líderes políticos y los dirigentes del gobierno de Beirut. Quien se desempeña actualmente en el cargo de premier, Saad Hariri, un sunita cercano a Riad, recientemente declaró que no habrá gobierno si la facción partidaria de Damasco insiste “en el restablecimiento” de los lazos entre el país de los cedros y el país vecino. Sin embargo, según el periodista -simpatizante de Hezbollah- Salem Zahran, el Primer ministro luego habría informado a la cúpula del movimiento radical chiita que sus palabras fueron un “lapsus”.
En cuanto al tema de los refugiados, en el mes de enero, un ministro había hablado de una disminución en el número, llegando a una cifra menor a medio millón. Sin embargo, según expertos de las Naciones Unidas, la situación se complica cada día más, y en este momento son “más vulnerables que nunca”. Nueve de cada 10 refugiados han solicitado préstamos de dinero, y ahora están tapados de deudas. Cada núcleo familiar gasta, en promedio, unos 98 dólares por mes, de los cuales 44 sirven exclusivamente para comer.
Según cifras de la ONU, el 84% de los refugiados halla reparo en Turquía (que acoge a 2,9 millones de personas), Pakistán (1,4 millones), Líbano (más de un millón, pero con una población local total de cuatro millones de habitantes), Irán (979.400 migrantes), Uganda (940.800) y Etiopía (761.600).
En el Líbano, el problema de los refugiados ha dado lugar a un progresivo debilitamiento en el plano económico y social, y la situación parecer estar cada vez más cerca de colapsar. Los expertos de Caritas recientemente se han referido a la carga que supone el acogimiento definiéndola como “insostenible”. Y esto pese a que el país de los cedros ha hecho grandes esfuerzos en todos estos años de conflicto, operando para “proteger, promover e integrar”, según el deseo expresado por el Papa Francisco en su Mensaje del 2018 con ocasión del Día Mundial del migrante y del refugiado.
18/06/2018 14:28