Asnos africanos en riesgo de extinción: boom de exportaciones hacia China

La piel del animal de carga es utilizada para producir el ejiao, un elixir en grado de curar la insomnia, la fatiga crónica, la anemia y el aumento de la libido. La población de asnos en China se redujo en pocos años. En África se redujo a la mitad en pocos años. Para producir 5 mil toneladas de ejiao (el requisito anual en China) se necesitan 4 millones de pieles.

Nairobi (AsiaNews)- Un tónico para curar la insomnia, la fatiga crónica y aumentar la libido: producido en China, el ejiao, es una gelatina que se obtiene de la piel del asno reducida en polvo. Ningún estudio científico demuestra su eficacia, pero la demanda de esta mezcla creció en un modo exponencial en los últimos años, tanto que el asno en China arriesga la extinción y en África las pieles de asno se convirtieron en una mercadería preciosa.
En un servicio publicado por Le Monde, un farmacéutico chino explica: “Lo utilizamos para producir un tónico que permite quitar todos los males como la anemia, la tos seca o las consecuencias de la menopausia. Pero además la insomnia crónica. Es un remedio que usamos en China desde hace diversos años”.

Para producir 5 mil toneladas de ejiao (que se consume en China cada año) se necesitan 4 millones de pieles. En China, hasta hace poco, había 11 millones de asnos. En el año 2016 habían sólo 5.

La creciente demanda de este remedio hizo que se redujera a la mitad la población de asnos en China, que tuvo que abastecerse de piel y carne de asno de África.: Nigeria, Burkina Faso han prohibido la exportación después de la disminución de los ejemplares, utilizados por los campesinos. En Kenia, que mantiene importantes relaciones comerciales con China, permitió la venta. Aquí, los asnos pasaron de 1,8 millones en 2008 a 900 mil en 2017. El precio de los asnos subió hasta 150 euros por cabeza. Una cifra que los agricultores locales no pueden permitirse.
La organización animalista Donkey Sanctuary lanza la alarma: a este paso los asnos en África podrían extinguirse. Los cazadores furtivos, comenta la organización, matan decenas de asnos y los despellejan en el mismo lugar para luego venderlos a los comerciantes chinos. La Sociedad para la prevención de la crueldad hacia los animales de Sudáfrica (SPCA) explica que los animales son robados a los campesinos y luego golpeados hasta matarlos con un martillo y algunas veces son desollados vivos.

El mercado de la piel de asno es ejemplificativo del siempre mayor interés de China hacia África. En el año 2000, el comercio chino-africano estaba estimado en 10 millardos de dólares por año. Ahora está cerca de los 200 millardos. Además de la piel de asno China exporta del continente: petróleo de Angola y de Nigeria, cobre de Congo, uranio de namibia, bauxite de Guinea. China está muy presente en África con la industria manufacturera y con inversiones millonarias en diques, puertos, ferrocarriles y fábricas.

En este contexto, “tenemos grandes dificultades en convencer al gobierno sobre la necesidad de preservar a los asnos y considerarlos como una especie en peligro”, explica Kenneth Wameyo, secretario general de la Kenya Veterinary Association (KVA).

Las autoridades evidencian los beneficios económicos de este comercio, en términos de entradas fiscales pero también en inversiones locales. Por ejemplo, en el oeste del país, la curtiembre de Mogotio trajo inversiones por cerca de 5 millones de euros y creó más de cien puestos de trabajo.