Arzobispo de Mosul: familias cristianas "desesperadas", importante la proximidad del Sínodo
Erbil (AsiaNews) -
La cercanía mostrada por el Sínodo celebrado en Roma a las
familias cristianas en el Medio
Oriente que están pasando por un
período de gran "dificultad", en particular "Irak" es una señal de "muy
positiva" porque es "importante hablar "y" nos da la fuerza para seguir adelante". Así lo
dice Monseñor Emil
Shimoun Nona, arzobispo caldeo de Mosul, en el norte,
la segunda ciudad más importante del país y la primera ciudad en caer en manos de la milicia del Estado Islámico. Ayer, el Sínodo ha dedicado
especial atención a los cristianos iraquíes y sirios de la violencia yihadista y
las repercusiones "en la familia, se rompen por la muerte de sus miembros [...] privados de futuro para los jóvenes [...] y
para las personas mayores, abandonados a sí mismos". Para los
cristianos iraquíes es "importante" la presencia "de nuestro patriarca Sako y los otros patriarcas" en
Roma, para hablar sobre "la
situación de los refugiados y" los
desafíos que enfrentan "con el paso del tiempo, advierte el prelado," el espíritu y el estado
de ánimo de los refugiados es
cada vez más difícil y desesperada,
porque no ven signos
positivos para el regreso a casa" en un
futuro próximo.
Mons Nona fue el
primero en lanzar la alarma sobre el peligro que representa
el avance de los islamistas tras la conquista de Mosul, donde cerca de 500 mil personas -
cristianos y musulmanes - han huido a principios de junio para no tener que convertirse al Islam extremista y
donde fue fundado un Califato e impuesta la
sharia.
En estas horas,
las autoridades iraquíes han dado la voz
de alarma, pidiendo ayuda militar
en la provincia occidental de Anbar, que podría caer
"en breve" en manos de la
milicia del Estado Islámico (EI).
Los jihadistas están atacando la capital provincial, Ramadi, y han capturado grandes porciones de tierra. La eventual caída de Anbar
daría a los milicianos la posesión de una amplia zona entre Siria e Irak, creando una
línea directa de preludio de
suministros para el asalto a la capital
iraquí, Bagdad, objetivo final de
los terroristas.
La situación de tensión y peligro para la eventual
caída de la totalidad de Irak en
manos del Estado islámico, está acompañada por las crecientes
dificultades que enfrentan los refugiados
(cristianos o no) en el norte del
país, sobre todo entre aquellos que han huido de Mosul y
la llanura de Nínive. "Ahora la gente está desesperada - subraya Monseñor Nona
- y ya no cree en el regreso a casa, está claro que el Estado islámico es
más fuerte que los bombardeos de la
coalición". El prelado cuenta del compromiso de las
personalidades eclesiásticas de la Iglesia "hacia las familias que aún viven en tiendas de campaña, en las escuelas, en las aulas y en las parroquias". Hacemos todo lo posible, añade, "para
que puedan vivir de una manera más
humana" y estamos agradecidos "por las muchas donaciones que vienen de todas partes del mundo".
"Estamos buscando casas para alquilar - dice
el arzobispo de Mosul - pero es imposible
encontrar alojamiento para todos
y las casas no son fáciles de encontrar,
por lo que se buscan otras soluciones". Mons Nona advierte de los
numerosos riesgos, muchos desafíos y dificultades experimentadas por las familias cristianas iraquíes arrancadas de su tierra: "¿Cómo es posible permanecer juntos
- se pregunta el
prelado -, y hacer lo que se hace
en la vida cotidiana en la casa de familiar, en una
tienda de campaña, en una escuela pública o compartiendo un piso con
otras familias". Se presentan grandes problemas
en términos de las relaciones personales,
en la relación interna de la pareja y la
educación de los niños, todos
problemas que acompañan a "las graves dificultades económicas". Por esto los sacerdotes "promueven
actividades para niños y jóvenes,
los hacen jugar para olvidar, aunque sea por unos momentos, el drama de la guerra".
Por último, en el Sínodo de Roma, el arzobispo de Mosul
pide "atención a las dificultades
experimentadas por las familias", mirando "diferentes situaciones y diversas realidades",
elaborando "no una solución para todos, pero respetando el modo de pensar y de vivir
de las familias de todo el mundo". (DS)