Arzobispo de Erbil: Iglesia iraquí, testimonio misericordioso de los cristianos perseguidos

Al acercarse a la cumbre de la Iglesia caldea, Mons. Warda recuerda el trabajo por los refugiados de Mosul y la llanura de Nínive. Tenemos que "decirle al mundo", el drama y el sufrimiento, para que no se olviden. Y renovar el valor de la fe, para hacer vivir el testimonio. Una ayuda que también abarca los musulmanes y yazidis, para promover "el diálogo y la reconciliación".

Erbil (AsiaNews) - Apoyar a las familias cristianas "víctimas de persecución", responder "a sus necesidades", para asegurar que sus "vicisitudes personales" y la "historia de sufrimiento" vivida en estos dos años sean "dichos al mundo" . Esto es lo que le dice a AsiaNews, el Arzobispo de Erbil (Kurdistán iraquí) Mons. Bashar Warda, a tres semanas de la reunión del clero organizado por el patriarca caldeo Louis Raphael Sako para reactivar el trabajo pastoral y la misión en Irak y entre las comunidades de la diáspora. Estos, explicó el prelado, son "obras de misericordia" que la Iglesia caldea está llamado a hacer, y uno de los temas que se abordarán en la próxima reunión.

El 20 y 21 de junio próximo en Erbil está programada la cumbre de la Iglesia caldea; en la zona que han encontrado refugio cientos de miles de cristianos que huyen de Mosul y la llanura de Nínive, con el surgimiento del Estado Islámico (EI) en el verano de 2014.

La pastoral de los refugiados y el trabajo de asistencia y ayuda es uno de los temas en el centro. Esto, como escribe el patriarca, será también una oportunidad para repensar la obra de evangelización y el papel del sacerdote en la comunidad.

"La persecución de los cristianos en Oriente Medio debe empujar a cada uno de nosotros - advierte Mons. Warda – a repensar seriamente el valor y la profundidad de nuestra fe, así como la respuesta clara y honesta que hay que dar a los demás". Para los refugiados de la llanura de Nínive, añade el prelado, adquiere aún más valor la frase "¡la fe o la vida!".

De aquí surge el "valor fundamental de la fe" para muchos cristianos perseguidos "en todo el mundo". Por eso, añadió, "los cristianos que viven en países seguros" y en contextos "protegidos" debería dar un valor más profundo de su fe y ser de ayuda y testimonio de las personas en peligro, víctimas de la violencia confesional.

En la noche entre el 6 y 7 de agosto 2014 cientos de miles de personas abandonaron los pueblos de la llanura de Nínive, de Qaraqosh a Karameles, predominantemente cristiano, encontrando refugio en Erbil y otras áreas del Kurdistán. Mons. Warda ha estado a la vanguardia en la prestación de apoyo y ayuda. Para las familias cristianas desplazadas AsiaNews lanzó la campaña “Adopta un cristiano de Mosul”, que continúa después de la respuesta de emergencia inmediata para responder a las necesidades a largo plazo.

"Debemos seguir escuchando sus voces y sus necesidades, espirituales y no - dice el Arzobispo de Erbil - y hay que tener cuidado de ellos, y ayudarles a vivir con dignidad", lo que confirma que la cuestión de los refugiados será uno de los temas en el centro del trabajo del clero caldeo. Una tarea que, en este año de la misericordia, no sólo debe abarcar las familias cristianas, sino también musulmanes y yazidi en condiciones precarias.

"Cuando se les ayuda, compartimos con ellos su comida y necesidades básicas que hemos recibido - añade - les mostramos el amor de Dios y el amor de todos nuestros hermanos, un elemento central de nuestra fe". Esto demuestra que, como cristianos, estamos llamados a vivir siempre "en el camino del diálogo y la reconciliación".

El arzobispo caldeo renueva el llamado a testimoniar y mantener viva la conciencia de la difícil situación de los refugiados del Kurdistán iraquí "orando y contando" su historia "tan contundente, aunque dolorosa". Por otra parte, como se ha explicado en los últimos días un sacerdote iraquí a AsiaNews justamente entre los refugiados, de la comunidad que escapó a la violencia del Estado islámico está desarrollando una “nueva hermandad” entre cristianos y musulmanes. "No puede haber una verdadera reconciliación en Irak - concluye Mons. Warda - sin contar en forma honesta y veraz de lo ocurrido. Por último, les pido seguir ayudando con donaciones a las familias de las personas desplazadas, para satisfacer sus necesidades básicas ... ¡No nos olviden!".