Ankara acusa a los kurdos del PKK por el atentado en Estambul. Temen una 'escalada electoral'
El gobierno turco afirma que la autora es una mujer originaria de Kobane, donde operaría la célula kurda que presuntamente organizó el atentado. El saldo es de al menos seis muertos y más de 80 heridos y la policía arrestó a 46 sospechosos. Sacerdote dominicano que vive en Estambul: prevalece la "tristeza y el desánimo", es prematuro especular sobre las matrices, temen un "semestre de violencia antes de las elecciones".
Estambul (AsiaNews) - El gobierno turco señala a las milicias kurdas del PKK como responsables del atentado que sacudió ayer por la tarde a Estambul, la capital económica y comercial del país, y dejó seis muertos y más de 80 heridos. Las Fuerzas de Seguridad han detenido hasta el momento a 46 sospechosos, entre los que se encuentra la persona que se cree responsable de colocar y activar la bomba a distancia: una mujer identificada como Ahlam Albashir, de origen sirio, que supuestamente actuó siguiendo órdenes recibidas de la célula de Kobane.
AsiaNews se comunicó con el sacerdote Claudio Monge, de la orden dominica, que desde hace un tiempo es párroco de la iglesia de los Santos Pedro y Pablo en Estambul. El padre Monge habla de una “megalópolis que está acostumbrada a vivir momentos como este”, de tensión y violencia, a lo largo de su historia, pero “no se detiene por eso”. Claro que hoy “los que no tenían necesidad de salir han evitado hacerlo”, prosigue el religioso, pero “la vida de esta ciudad enorme sigue adelante”. En este momento prevalece "un sentimiento de desánimo y tristeza por las víctimas y las personas hospitalizadas", aunque parece "prematuro", pese a las declaraciones del gobierno, "arriesgar afirmaciones sobre la matriz del ataque y las reivindicaciones, porque hay muchas pistas. Todos esperan -advierte - que esto no signifique el comienzo de un proceso que continúe hasta las elecciones. La historia reciente hace temer un semestre de ataques y violencia previo a la votación", a lo que en este momento se suma “una situación social tensa y una situación económica difícil”.
En estas horas, la televisión pública TRT está mostrando imágenes de agentes que realizan un allanamiento nocturno y sacan de un apartamento de la ciudad a una mujer que se considera la principal sospechosa. El ministro del Interior, Suleyman Soylu, señala sin rodeos como responsables al Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) y a las milicias kurdo-sirias YPG, que según Ankara son una facción del PKK. El objetivo del ataque ha sido la histórica y concurrida avenida Istiklal, en el distrito de Beyoglu.
Según el ministro, la orden de atacar partió de Kobane y la terrorista llegó a Turquía por el paso de Afrin, ambas localidades del norte de Siria que en el pasado han sido escenario de vastas operaciones militares de Ankara contra las milicias kurdas. Se puede ver cuando ingresa a la sede de la policía una mujer de cabello rizado que lleva un suéter morado con las palabras 'Nueva York' .
Agentes y perros policías registraron la casa y encontraron oro, dinero y municiones.
A pesar de las proclamas -y certezas- del gobierno, hasta el momento ningún grupo ha reivindicado el ataque, tras el cual cientos de personas huyeron despavoridas. Temen que el país pueda sufrir una ola de ataques antes de las elecciones presidenciales de 2023, como ocurrió en las elecciones de noviembre de 2015, precedidas por la ruptura del alto el fuego entre Ankara y el PKK a mitad de año. Uno de los atentados más sangrientos fue el ataque en una discoteca, también en Estambul, que se conoce como la "masacre de Nochevieja de 2017".
La metrópolis ya ha sido escenario en el pasado de ataques de rebeldes kurdos, células del Estado Islámico (IS, antes ISIS) y facciones atribuibles a la galaxia de la izquierda militante. Por su parte el ejército turco llevó a cabo tres operaciones especiales en el norte de Siria contra las YPG que condujeron a la creación de una zona de amortiguamiento entre los dos países, bajo control turco. El presidente Recep Tayyip Erdogan, ya en pleno clima electoral, había anunciado a principios de año una nueva operación a gran escala, al mismo tiempo que son innumerables y contínuos los ataques aéreos que lleva a cabo en Siria e Irak y han causado (también) numerosas víctimas civiles. En vísperas de su partida hacia el G20 en Bali, Erdogan habló de un "ataque cobarde" cuyos autores "serán desenmascarados". Por último, Turquía rechazó la solidaridad que manifestaron varios países después del atentado, en particular las condolencias expresadas por Estados Unidos, culpable de haber apoyado a los "terroristas" kurdos todos estos años. El ministro Soylu comparó a Washington con "el asesino que es uno de los primeros en llegar a la escena del crimen”.