Amán, niños musulmanes y cristianos cantan por la paz y la convivencia

Al proyecto, impulsado por la Cáritas local y las hermanas salesianas, se unieron 40 niños. Se trata de 20 cristianos jordanos y 20 musulmanes sirios que huyeron de la guerra. Son dos clases, una dedicada al canto y la segunda a la flauta. Los cursos comenzaron en junio, con tres clases por semana; a partir del mes de julio se llevarán a cabo cuatro reuniones. El objetivo es crear un "Coro Inter-confesional".

Amán (AsiaNews) – Reunirse para aprender el arte del canto, para aprender las bases de un instrumento, para difundir en el Oriente Medio y en el mundo un mensaje de paz y de convivencia a través de la música, mientras se construyen lazos de amistad y solidaridad. Este es el proyecto financiado por Caritas Jordania, al cual han adherido 20 niños cristianos originarios del país y otros 20 coetáneos musulmanes, refugiados de la vecina Siria que huyeron de la guerra.

Desde principios de junio, estos 40 niños de dos naciones y religiones diferentes se reúnen tres veces por semana para tomar clases de canto y aprender a tocar la flauta. Un coro que, de a poco, ha ido dando los primeros pasos, con el fin de crecer y "llevar la paz", como explican los fundadores, y es por eso que también querían involucrar en el mismo a los " pequeños refugiados sirios de fe musulmana".

Los participantes se dividen en dos clases, una de las cuales está dedicado al canto y la otra al estudio del instrumento musical. Aunque el calor de los meses de verano vuelve difícil concentrarse y estudiar, los niños participan con pasión en la iniciativa, justamente por el placer de aprender.

Los maestros nos dicen que los estudiantes de la clase de flauta dan los primeros pasos tratando de aprender la técnica del instrumento y de controlar la emisión de sonido, en sus diferentes tonos e intensidades. Al mismo tiempo, los potenciales cantantes se aplican a ejercicios de vocalización y modulación.

Los jóvenes, futuros artistas están dando tan sólo los primeros pasos, pero el principio es alentador. Lanzada el 1ero de junio pasado gracias a los esfuerzos de la Caritas local, la iniciativa es gratuita y está destinada a crecer: a partir del mes de julio, de hecho, podrán tomarse hasta cuatro clases por semana.

Los niños, cristianos jordanos y musulmanes sirios, proceden de entornos pobres, de familias sencillas y con pocos recursos a su disposición. Aprender el arte de la música se convierte en una ocasión para mejorar, a la vez que un momento de interacción e integración para los refugiados y sus familiares.

De acuerdo con fuentes de la ONU, en Jordania hay por lo menos 600.000 refugiados; para el gobierno de Amán, la cifra es incluso mayor y asciende a 1,4 millones, aproximadamente el 20% de la población total. Una quinta parte de los refugiados vive en los campamentos de Azraq et Zaatari, en el norte, mientras que la gran mayoría se encuentra en las ciudades. Con respecto a los refugiados cristianos iraquíes, llegados en el verano de 2014 como consecuencia del avance del Estado Islámico (EI) a Mosul y a la llanura de Nínive, es justamente la Cáritas local quien está a la vanguardia en la asistencia a estas personas.

Aparte de Cáritas, el proyecto es apoyado por las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas de Don Bosco). Y como dijo la hermana Rasha, se pretende inculcar un mensaje de paz y armonía entre cristianos y musulmanes a través "del lenguaje de la música", que está siempre "cargado de expresión". El objetivo final es crear un "coro inter-confesional", que pueda continuar su formación y que algún día pueda llegar a actuar en teatros y plazas del país. Algunos de los maestros mismos pertenecen al coro "Fuente del amor", reconocido incluso más allá de las fronteras nacionales por las diferentes afiliaciones religiosas de sus miembros.

Esta iniciativa demuestra, una vez más, el compromiso de la comunidad cristiana y de la mismas autoridades políticas e institucionales en la integración y en la convivencia entre los fieles de las dos grandes religiones monoteístas. Por otra parte, en ocasión de la reunión de las Iglesias del Oriente Medio, que se celebró precisamente en Amán en septiembre pasado, el reino hachemita ha sido citado como un ejemplo, en un contexto local que se distingue por la violencia, la guerra y el extremismo.

Sin embargo, la paz y la estabilidad de la nación se basan en un equilibrio precario, que amenaza con estallar en cualquier momento. Al mismo tiempo, se hace más y más pronunciado el contraste entre quien busca el modelo del Estado laico, y cuantos desean una transformación del país basada en la religión (musulmana) y en el respeto por los dictámenes de la ley islámica.