Almaty: la oposición proclama el ‘Parlamento del Pueblo’

de Vladimir Rozanskij

Los promotores de la iniciativa son candidatos independientes que no fueron elegidos en los recientes comicios para el Parlamento nacional. El régimen de Tokaev, acusado de falsificación de votos. Numerosos activistas políticos continúan en prisión. No hay ninguna diferencia entre el "nuevo" Kazajistán y el antiguo, que gobernaba Nazarbayev.

Moscú (AsiaNews) - El 9 de abril se celebró un mitin en el Monumento a la Independencia de la Plaza de la República, en el centro de la antigua capital del sur, Almaty, la ciudad más poblada de Kazajistán. Durante el acto, se proclamó el nacimiento del "Parlamento del Pueblo", un movimiento de oposición al régimen del presidente Kasym-Žomart Tokaev. Los promotores de la iniciativa son candidatos independientes que no resultaron elegidos en los recientes comicios del 19 de marzo para la renovación del Mažilis, el Parlamento de Astaná, y las Maslikhaty, las asambleas regionales.

La manifestación no había sido acordada con las autoridades, que, sin embargo, no intervinieron para dispersar a cientos de personas, algunas procedentes de otras regiones. Rysbek Sarsenbajuly, uno de los principales organizadores del grupo "Khalik Parlamenti" (en kazajo), explicó que las autoridades habían presionado al grupo para impedir la reunión, cuya participación fue mucho menor a la esperada.

La policía asistió a la manifestación sin intervenir. No obstante, los periodistas observaron autobuses aparcados a poca distancia, para llevarse a los manifestantes en caso de disturbios. En el acto estuvo presente el jefe del Departamento de Políticas Sociales del municipio de Almaty, Ajdar Esenbekov, quien había firmado la denegación del permiso de reunión, pero no quiso comentar la circunstancia.

Durante el mitin, los oradores de la reunión recordaron la invitación cursada al alcalde de Almaty, Erbolat Dosaev, y al fiscal de la ciudad, Žandos Abdibaev, para que atendieran a los reclamos de los presentes. Sarsenbajuly, otro candidato no electo, declaró que "en realidad había obtenido una victoria limpia en las elecciones, pero la Comisión Electoral falsificó los resultados; más que unas elecciones, fue una farsa".

Los manifestantes gritaban "¡Viejo, vete!", el lema que ha marcado las protestas de los últimos años contra el ex presidente Nazarbayev, especialmente durante los disturbios de Almaty en enero de 2022. Los errores del "padre de la patria", ahora formalmente destituido, se atribuyen por herencia a su delfín, el actual presidente Tokaev.

El político Mukhtar Tajžan intervino para recordar que "desde que Tokaev llegó al poder en 2019 prometió construir un Kazajistán justo, ¿y qué sucedió? Nos engañó, como demostraron las últimas elecciones. El robo de votos es un gran crimen, y no cesaremos en nuestra lucha”. Algunos activistas de la región de Turkestán también denunciaron casos de fraude electoral.

Durante la concentración en la zona céntrica de Almaty, las autoridades bloquearon el acceso a Internet. En el mitin, los participantes recordaron los nombres de personas perseguidas en el país por motivos políticos: entre otros, mencionaron a Ermek Narymbaj, detenido desde la época de Nazarbayev y aún en prisión bajo Tokaev, Margulana Boranbaeva y Danata Namazbaeva.

Según Tajžan, "no hay ninguna diferencia entre el nuevo y el viejo Kazajstán". Otra activista, Aružan Dujsebaeva, denunció el fraude electoral, señalando que el líder del Partido Democrático no fue admitido en las elecciones, en alusión a Žanbolat Mamaj, quien sigue siendo investigado y podría recibir una condena grave. “Cualquier otro [candidato] podría acabar en la misma situación", agregó.

Al final de la concentración se decidió declarar "ilegítimo" el nuevo Parlamento y pedir nuevas elecciones, transparentes y justas. Tras cantar el himno nacional, los manifestantes se dispersaron. En otras ciudades de Kazajistán hubo varias convocatorias como las que organizó el partido "¡Alga, Kazajistán!", no admitido en las elecciones. Si bien las manifestaciones no fueron autorizadas se toleraron, pero los organizadores están siendo vigilados de cerca por las autoridades.

Muchos observadores independientes confirmaron también las acusaciones de irregularidades durante las elecciones del 19 de marzo, tanto durante la votación como en el escrutinio, pero las autoridades aducen que la votación fue legítima y que solo se registraron algunas "violaciones insignificantes".