Al menos doscientos indonesios enrolados en el Isis. Continúa la caza de los terroristas de Yakarta
Las fuerzas especiales de la Marina y el Ejército se unieron a la policía para buscar a Baharum Naim (quien quizás sea el cerebro tras los ataques) y a Santoso, el hombre más buscado del país. Este último se esconde en Poso, zona de la jungla montañosa donde tiene muchos simpatizantes entre la población local.
Yakarta (AsiaNews)- Al menos unos doscientos indonesios partieron en los últimos días hacia Siria, para unirse al Estado islámico (EI). Lo reveló el jefe de la policía, el general Badrotin Haiti, hablando ante los miembros de la Comisión III, órgano del Parlamento que se ocupa de la supervisión legal y del orden público. La estimación proviene de las investigaciones de inteligencia, que ha seguido todo lo obrado por los sospechosos y su intento de hacer propaganda para el Califato en Indonesia.
El hecho confirma que el Estado islámico está activo en el territorio ya desde hace tiempo. Los atentados del 14 de enero pasado son reconducibles a Bahrum Naim, terrorista que busca el predominio entre grupos yihadistas del sudeste asiático.
Mientras tanto, las fuerzas de seguridad emprendieron la caza del hombre en todo el territorio, una misión destinada a capturar a Neim, y otra para arrestar al buscado número uno del país: Santoso, también conocido como Abu Wardah. Este último se esconde en la zona de Poso, en el Sulawesi central.
Para capturar a Santoso, a la policía se unieron las fuerzas especiales de la Marina y del Ejército, pero la búsqueda es más difícil de lo previsto a causa de terreno montañoso y tropical donde se esconden los milicianos. El general Badrotin Haiti agregó que buena parte de la población local simpatiza con el grupo de Santoso, haciendo más difíciles y complicadas las operaciones del ejército.
La zona de Poso fue a menudo teatro de conflictos, como los sucedidos entre radicales musulmanes y cristianos protestantes entre 1999 y 2001. En dichas ocasiones, tres cristianos fueron fusilados por un pelotón de ejecución después de un proceso sumario con la acusación (falsa) de homicidio; otras tres mujeres cristianas fueron decapitadas por los fundamentalistas islámicos.
Los simpatizantes del EI en Indonesia serían unos mil: un número exiguo si se piensa que Indonesia es el país musulmán más poblado del mundo, con doscientos seis millones de fieles al Corán (un 87%). Hasta hoy serían unos seiscientos indonesios los que partieron rumbo a Siria para unirse al Califato. Cincuenta de ellos, ya habrían muerto.
17/12/2016 13:14