Adana, auto bomba estalla contra autobús cargado de policías: al menos cinco heridos

El artefacto estalló esta mañana, al pasar un vehículo donde viajaba un grupo de agentes, en la provincia meridional turca. Los heridos no estarían en condiciones graves. Hasta el momento no ha habido reivindicaciones oficiales del ataque. Los magistrados turcos dictan una nueva orden de arresto contra el líder kurdo Selahattin Demirtas.

Estambul (AsiaNews/Agencias) - Esta mañana, un auto bomba estalló al pasar un vehículo cargado de policías en la provincia de Adana, en el sur de Turquía. Según informan las fuentes de seguridad de Ankara, la explosión provocó cuando menos cinco heridos, si bien de momento no se ha informado el saldo oficial y la cifra podría aumentar en las próximas horas.

La CNN turca difundió un video en el cual el se ve el autobús gravemente dañado, rodeado de restos de carrocería y de otros vehículos que fueron embestidos por la explosión, en un paso a desnivel, en la zona de Yuregir, en Adana.

Testigos oculares informaron que varias ambulancias trasladaron a los heridos hasta los hospitales zonales. Según las primeras noticias difundidas por el gobernador local, Mahmut Demirtas, y dadas a conocer por la agencia oficial Anadolu, los heridos no se encuentran en condiciones graves.

Varios agentes en uniforme antidisturbios rodearon el área donde se produjo el atentado y se encuentran examinando los restos para esclarecer cómo ocurrieron los hechos y localizar a los autores. Hasta el momento no ha habido reivindicaciones oficiales del ataque, si bien la pista más probable parece llevar a los separatistas kurdos del PKK, el Partido Kurdo de los Trabajadores, proscripto en Turquía, y cuyo líder, Abdullah Öcalan, se encuentra en prisión desde 1999.

Sin embargo, tampoco pueden excluirse las pistas que conducen a grupos yihadistas activos en el país o a grupos militantes de extrema izquierda.

La semana pasada, un artefacto rudimentario estalló al pasar un autobús de trabajadores en la provincia -mayoritariamente kurda- de Diyarbakir, en el sudeste del país, provocando siete muertos y 10 heridos. En aquella coyuntura, detrás de la explosión estarían los separatistas kurdos del PKK.

En tanto, hace algunos días, un tribunal turco impidió la excarcelación del parlamentario kurdo Selahattin Demirtas, líder del Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Cuando iba a ser excarcelado, el Ministerio Público dictó una nueva orden de arresto, en base a los resultados de una nueva investigación, en la cual se lo acusaría de “terrorismo”.

Demirtas, uno de los políticos más emblemáticos del país, ha pasado los últimos tres años en prisión y debe responder por varios cargos, entre ellos, por terrorismo, una acusación que él rechaza rotundamente. De ser hallado culpable, arriesga ser condenado a 142 años de prisión. A principios de mes, un tribunal dispuso su liberación mientras se aguardaba la conclusión del procedimiento previo al juicio; el 20 de septiembre, su abogado había presentado el pedido de excarcelación.

Sin embargo, los magistrados turcos -parte de los cuales son allegados al presidente Recep Tayyip Erdogan, y tras el fallido golpe del 2016 ordenaron decenas de miles de arrestos de activistas y opositores - han abierto una nueva causa contra el líder kurdo y su aliado, Figen Yuksekdag. Además, los jueces han dictado prisión preventiva mientras se concluye la etapa indagatoria.

En un comunicado enviado a las agencias de la prensa, la cúpula de dirigentes del partido kurdo HDP alude a una “conspiración política”, ordenada por el gobierno turco, en busca de una “venganza política”. Ellos definen el nuevo arresto de Demirtas y Yuksekdag como un “bullying legal” y una “masacre de los principios del derecho universal”.