Acuerdo entre gobierno y radicales para rever la sentencia de Asia Bibi: ‘vergonzoso’

de Shafique Khokhar

El pacto prevé la inclusión del nombre de Asia en la lista de personas que no pueden dejar el país. El gobierno se aboca a resarcir a las víctimas de la violencia desatada en los últimos días. El grupo islámico Tehreek-e-Labbaik Pakistan “se excusa en caso de que las protestas hayan ofendido los sentimientos religiosos de alguna persona”.

Islamabad (AsiaNews) – El acuerdo alcanzado anoche entre el gobierno pakistaní y los radicales islámicos que exigen anular la sentencia de absolución de Asia Bibi es “vergonzoso”. Este fue el comentario surgido en un diálogo con AsiaNews, por parte de Kashif Hussain, un escritor y activista que rechaza el pacto firmado por el Ejecutivo, actualmente bajo la responsabilidad de Imran Khan, y los fundamentalistas del Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP). El acuerdo surge con el objetivo de poner fin a las manifestaciones que han estado paralizando en los últimos días las ciudades más importantes del país. “No se puede aceptar” -continúa el escritor- “que el grupo islámico ponga en tela de discusión” el veredicto pronunciado por el máximo órgano del Estado. Esto es un riesgo “para la estabilidad del Estado”.

A causa de las amenazas de muerte recibidas de parte de los radicales, el abogado de Asia Bibi esta mañana se vio obligado a abandonar Pakistán. También es incierta la suerte de la mujer cristiana, absuelta a principios de mes tras ser acusada de delito de blasfemia y transcurrir nueve años en la cárcel. “Esperábamos –subraya Hussain- que las autoridades de gobierno actuasen contra estos agentes anti-estado que ensucian el nombre de Pakistán en todo el mundo; pensamos que les enseñarían que la ley está por encima de todo. En cambio, este acuerdo nos provoca vergüenza”.

Hace dos días, el premier Imran Khan había dado la impresión de que haría frente a los radicales islámicos, tras acusarlos de ofender el islam. Lejos de eso, anoche se llegó a un acuerdo, firmado por Raja Basharat, el ministro de Justicia del Punjab, y Pir Muhammad Afzal Qadri, líder del TLP. El pacto se compone de cinco puntos: el nombre de Asia Bibi será incluido en la Exit Control List (ECL), con lo cual se le impedirá dejar el país; el gobierno no se opondrá al pedido de revisión de la sentencia de absolución pronunciada por la Corte suprema; el Ejecutivo deberá resarcir a las víctimas de las protestas; además, liberará a los manifestantes arrestados en los últimos días; por su parte, los extremistas del TLP se excusan si las manifestaciones han “ofendido los sentimientos de las personas”.

Irfan Mufti, el vicedirector del South Asia Partnership Pakistan, acoge el veredicto de los jueces como algo positivo, pero lo que lamenta es que el mismo “no resuelve los problemas causados por la ley sobre blasfemia. Parece que existe una mayoría que todavía pretende tener la ley en sus manos”. Naveed Walter, presidente de Human Rights Focus Pakistan, agrega: “Tras la absolución de Asia Bibi, las minorías comenzaron a vislumbrar nuevas esperanzas. Hay otros casos similares que deben ser indagados. Es probable que otras personas inocentes sean liberadas”.