Acuerdo (posible) entre libaneses e israelíes para destrabar la explotación de gas

de Fady Noun

La mediación del enviado estadounidense Hochstesin parece haber resuelto el estancamiento de las fronteras marítimas, que amenazaba con desembocar en un conflicto. El área delimitada por la línea 23 y todo Caná queda para el Líbano. Pero en ambos frentes hay elementos hostiles a la firma. En caso de elecciones, Netanyahu ya ha anunciado que se cancela. El papel de Hezbolá.

Beirut (AsiaNews) - A dos años de la apertura en Ras Nakoura (frontera sur) de las negociaciones indirectas entre Líbano e Israel, bajo la égida de la ONU y Estados Unidos, para la delimitación de fronteras marítimas, está a punto de concluirse un acuerdo entre los dos países. "Al Líbano se le han reconocido todos los derechos sobre el yacimiento gasífero de Cana", se congratuló ayer el vicepresidente de la Cámara, Elias Bou Saab, uno de los hombres clave en las conversaciones sobre este delicado asunto. Insistió luego en que la posición del Líbano es "unitaria", en referencia a la cumbre gubernamental que acababa de concluir en el palacio de Baabda entre el jefe de Estado, el presidente de la Cámara y el primer ministro, para analizar el texto escrito del acuerdo. Firmado por el emisario Amos Hochstein, el documento les fue enviado por la embajadora estadounidense, Dorothy Shea, quien lo había considerado "muy satisfactorio".

La propuesta formulada por Hochstein contempla que la zona concedida al Líbano queda delimitada por la línea 23 y al mismo tiempo Beirut obtiene la totalidad del yacimiento de Cana, que supera por el sur la zona delimitada por esa línea. Por su parte, a Israel se le asigna el control del yacimiento de Karish en su totalidad. Una zona intermedia, situada entre la línea 23 y un tramo de boyas tendidas por Israel a partir desde un punto de su territorio quedará bajo la supervisión de las Naciones Unidas y servirá como "tierra de nadie".

Ninguna asociación con Israel

Antes de la reunión, Aoun se había reunido en Baabda con el comité técnico encargado del tema de las fronteras marítimas y con la directora del Departamento para el Norte de África y Oriente Medio del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Anne Guéguen. En presencia de esta última, precisó que "algunos puntos [del acuerdo] todavía se están estudiando" y que se deben hacer más aclaraciones, sólo por precaución. La ratificación, continuó, se llevará a cabo en un segundo momento en Ras Nakoura.

Aoun agregó que el gigante francés Total Energies es el encargado de iniciar las operaciones de exploración en aguas libanesas, y luego aclaró que “no habrá ningún tipo de asociación con la parte israelí”. En este sentido, cabe recordar que Beirut ya había hecho saber su clara negativa a pagar cantidad alguna en concepto de compensación a Israel por la parte del yacimiento gasífero de Cana que supera la línea 23.

Según pareace una de las empresas del consorcio Total-ENI responsable de la exploración y explotación de hidrocarburos en alta mar en la zona económica exclusiva (ZEE) del Líbano, en este caso Total probablemente, podría actuar como intermediario pagando ella misma, de su propio bolsillo, a la contraparte israelí.

El acuerdo ha generado descontento tanto en el Líbano como en Israel. En el país de los Cedros, algunos diputados del frente opositor deploraron que se ignorara la línea 29, que estos últimos consideraban "derecho adquirido científica e incuestionablemente por el Líbano". Los derechos del Líbano han sido revisados a la baja, afirmó uno de ellos, Ibrahim Mneimné. En esos círculos incluso se habla de un "acto de traición, que entrega los derechos del Líbano sin ningún documento legal". Queremos aclarar aquí que la línea 29 corta el yacimiento de Karish y, por lo tanto también le habría dado derechos al Líbano sobre una parte del mismo. Los analistas consideran que atenerse a esta posición habría prolongado las conversaciones indefinidamente y quizás incluso habría llevado a la guerra, cuando en cambio era necesario "aprovechar el momento" para un mercado que ha pasado a ser aún más estratégico para la economía mundial con la invasión rusa de ' Ucrania. Y considerando también que el futuro está en las energías renovables.

El frente israelí

Por el lado israelí, el primer ministro Yaïr Lapid dijo en la reunión semanal del gobierno del 2 de octubre que la propuesta de Hochstein sobre la frontera marítima con el Líbano "protege" y "refuerza" los intereses israelíes. “Hace más de 10 años que Israel está tratando de llegar a este acuerdo. De esta forma queda reforzada la seguridad en el norte del país. El yacimiento de Karish entrará en servicio y producirá gas natural… No nos oponemos al desarrollo de un yacimiento suplementario en el Líbano, del cual podremos recibir lo que nos corresponde ”, agregó Lapid.

Sin embargo, cuando faltan pocas semanas para las elecciones generales previstas para el 1 de noviembre, el principal referente de la oposición y líder del Likud, el ex primer ministro Benjamin Netanyahu, ha amenazado con retirar unilateralmente al país del acuerdo si resulta elegido para formar el futuro gobierno. “Lapid parece capitular ante Hassan Nasrallah y concede a Hezbolá un territorio soberano del Estado de Israel, con un enorme yacimiento de gas que les pertenece a ustedes, ciudadanos israelíes”, vociferó ayer Netanyahu, en un video reproducido en internet y las redes sociales.

Por su parte, a principios del verano Hezbolá multiplicó las amenazas de un enfrentamiento militar con Israel si este último iniciaba las extracciones en el yacimiento de Karish antes de que Líbano pudiera hacer lo propio en su Zona Económica Exclusiva. En este contexto el portal de noticias Walla, que se considera cercano a Netanyahu, difundió las declaraciones de una fuente que aseguraba que el acuerdo era una “victoria para Nasrallah”. Y en el Líbano, funcionarios como Walid Joumblatt no están lejos de creer que las amenazas de Hezbolá, que algunos consideran un bluff, al final han surtido efecto.