Activista kazajo liberado, a cambio del silencio sobre los uigures: ‘es culpa de China’
Serikzhan Bilash fundó un grupo para documentar las violaciones de los derechos humanos contra sus conciudadanos. Ciertos gobiernos extranjeros estiman que en los campos de detención de Xinjiang se encuentran recluidas más de un millón de personas. El activista acepta un trato “por el bien de la familia”.
Nur-Sultan (AsiaNews/Agencias) – Un activista kazajo negoció un acuerdo de libertad condicional en el cual se le prohíbe hacer activismo en favor de la población uigur recluida en los campos de Xinjiang, en China. Serikzhan Bilash, quien fue condenado a siete años de prisión por “incitación inter-étnica” y sometido a arresto domiciliario desde marzo pasado, declaró que él aceptó el acuerdo “por el bien de la familia”. Luego, acusó al gobierno de su país por haber propuesto semejante pacto, tan solo para “calmar” a Beijing”.
Bilash lanzó una campaña de información titulada “Information Jihad” (jihad, guerra santa - ndr), con la cual buscaba sacar a la luz las atrocidades cometidas por Beijing contra los uigures. Estos constituyen una minoría étnica de habla turca que vive en Xinjiang y lleva décadas clamando por una mayor autonomía política y económica. Sin embargo, Beijing los acusa de separatismo y terrorismo, justificando una feroz política de control militar.
En más de una oportunidad, la ONU ha solicitado visitar Xinjiang para verificar los abusos cometidos contra los uigures. Se acusa a China de haber encerrado a cuando menos un millón de uigures contra su voluntad, para someterlos a un lavado de cerebro con el cual se busca debilitar su apego a la fe islámica, considerada una “radicalización”. Frente a los testimonios de muchos sobrevivientes, el Partido Comunista siempre ha sostenido que los campos no son más que “centros de formación profesional”.
Para no generar descontento en China ni poner en riesgo el comercio con el Dragón, muchos países musulmanes permanecen en silencio frente a las persecuciones perpetradas en estos campos de concentración. El activista kazajo, por el contrario, ha fundado un grupo llamado Atajurt y exigía la liberación de los conciudadanos kazajos encerrados en estos centros.
Por un lado, las autoridades chinas lo acusan de haber “montado” los casos por él documentados y han salido a defender su arresto. Por otra, su caso ha atraído la atención de varias ONG occidentales que pedían la liberación y el respeto de los derechos humanos. Según Bilash, el pacto es un compromiso que satisface a ambas partes. “Si me dejaban en libertad, hubiera tenido que hacer frente al “largo brazo de China”. Si no lo hacían, ellos hubieran tenido que afrontar las presiones de los gobiernos occidentales”.
08/01/2020 12:46
03/01/2020 14:56