ANP: Wang Yi desempolva el maoísmo para romper el frente anti-Beijing de los EE.UU

China se vuelca a los países "postcoloniales" para crear su propia esfera de influencia mundial. El uso de la diplomacia de las vacunas contra el Covid. El intento de debilitar el frente euroatlántico. El golpe de Estado en Myanmar deja al descubierto los límites de la política exterior china.

Beijing (AsiaNews) – China debe "unir a las naciones postcoloniales". Al margen de la reunión anual de la Asamblea Nacional del Pueblo, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, desempolvó ayer un viejo eslogan maoísta para delinear los objetivos de la política internacional de su país. Varios expertos consideran que Beijing intenta romper o debilitar el frente antichino que estarían construyendo los Estados Unidos, bajo la administración de Joe Biden.

En un encuentro relámpago con medios de comunicación selectos (excluyendo, por ejemplo, a CNN, BBC y Reuters), Wang dijo que China se opone al "cerco de exclusividad" encabezado por Estados Unidos. Insinuó que Beijing utilizará la diplomacia de las vacunas contra el Covid para reforzar los lazos con los países en vías de desarrollo de África, América Latina, el Sudeste Asiático y Asia Central. Hasta ahora, China ha enviado sus vacunas a 35 Estados africanos y 12 latinoamericanos.

Para subrayar la creciente influencia global de China, Wang ensalzó el aumento del comercio con Oriente Medio y América Latina, y la firma del RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership) con 14 economías de la región Asia-Pacífico. El ministro chino reiteró el compromiso de su gobierno con la Belt and Road Initiative, el mega proyecto de Xi Jinping para construir nuevas rutas comerciales con el resto del mundo. Debido a la pandemia, la inversión china en este ámbito se desplomó en el 2020.

Beijing no sólo está comprometido con la construcción de su propia esfera de influencia global, sino también con la reducción de la de Estados Unidos. Ayer, Wang dijo que su gobierno está dispuesto a firmar, ratificar y respetar los convenios de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre la prohibición del trabajo forzoso. Esta es la condición que ha fijado la Unión Europea para ratificar el acuerdo bilateral de inversiones firmado el 30 de diciembre.

Durante los años de la presidencia de Trump, China intentó debilitar la alianza euro-atlántica. La firma del acuerdo con la UE ha de ser vista desde esta perspectiva. Wang explicó que Beijing no quiere sembrar la discordia entre la UE y EEUU, pero también dijo que su gobierno está a favor de la "autonomía estratégica" de Europa.

China critica el apoyo de la UE y Estados Unidos a las protestas de Hong Kong. Wang siguió calificando de "falsas" las acusaciones del Frente Occidental, según las cuales Beijing lleva adelante un genocidio contra los uigures y otras minorías de habla turca y confesión musulmana que habitan en Xinjiang. En su opinión, las acusaciones no son más que una táctica para obstaculizar el progreso de China, pese a que varias organizaciones humanitarias y expertos de las Naciones Unidas denuncian los hechos.

Frente al riesgo de las "injerencias externas", Wang dijo también que China debería colaborar con Rusia para combatir cualquier nueva "revolución de colores". Sin embargo, según muchos observadores, Beijing se enfrenta a grandes problemas para construir su propia esfera de influencia. Y esto también en sus propias fronteras, como demuestra el reciente golpe de Estado en Myanmar, donde los militares derrocaron al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, con quien los dirigentes chinos habían entablado excelentes relaciones. En los hechos, señalan los expertos, China no tiene una solución para la crisis birmana.