A pesar de las sanciones estadounidenses, crece la venta de petróleo iraní
Las exportaciones de principios de 2019 han superado las previsiones de los expertos e industriales. En enero se han tocado picos de 1,3 millones de barriles al día. En diciembre, el dato estaba por debajo del millón. Carrera para adquirir petróleo antes de que Washington aplique restricciones más drásticas. Beijing y Teherán refuerzan la colaboración estratégica.
Teherán (AsiaNews) - A pesar de las presiones y de las amenazas provenientes de la Casa Blanca, las exportaciones de petróleo de enero de 2019 han superado las previsiones e incluso en el mes en curso el dato se mantiene estable. Esto es confirmado por fuentes de la industria y expertos del sector, que afirman que algunos clientes habituales que adquieren el crudo de los ayatolás han aumentado las órdenes de compra, aprovechándose de algunas exenciones a las sanciones estadounidenses.
Según datos brindados por Refinitiv Eikon y por una compañía que monitorea las exportaciones, en el mes de febrero, el promedio de cargamentos es de aproximadamente 1,25 millones de barriles al día (bpd). En enero, el dato variaba entre 1,1 y 1,3 millones de bpd. Se trata de un valor muy superior a las estimaciones de los expertos, elaboradas en base a las restricciones aplicadas por Washington sobre el crudo iraní y ateniéndose a los datos registrados en diciembre, que fueron inferiores al millón.
En abril del año pasado, antes del retiro de los Estados Unidos del acuerdo nuclear, el dato relativo a las exportaciones era de 2,5 millones de barriles al día.
Fuentes bien informadas en el mundo industrial están convencidas de que “la gente trata de adquirir tanto como sea posible, en vista de la aplicación de medidas drásticas”, previstas para el mes de mayo, cuando la presión de las sanciones de los EEUU debiera volverse aún más dura. Por cierto, para la administración liderada por Donald Trump, el aumento de las exportaciones suena como una bofetada, ya que considera a Irán como la amenaza número uno para el Oriente Medio. Sin embargo, un renovado esfuerzo con miras a bloquear el flujo de crudo arriesga producir una escalada en los precios del petróleo, a causa de las limitaciones impuestas recientemente a Venezuela.
La controversia se centra en la guerra económica, diplomática y comercial lanzada por Trump contra la República islámica. En mayo del año pasado, la Casa Blanca ordenó el retiro del acuerdo nuclear (JCPOA) que fuera impulsado por su predecesor Barack Obama, e introdujo nuevas sanciones contra Teherán, que han sido calificadas como las más duras de la historia. Una decisión que ha provocado una significativa caída en la economía iraní y un derrumbe inicial en las ventas de petróleo, objetivo de la segunda ronda de sanciones, que entró en vigor el 4 de noviembre pasado. El impacto de dichas medidas ha recaído, ante todo, sobre el sector más vulnerable de la población iraní.
En tanto, Irán se vuelca con creciente insistencia hacia China y hacia otros colaboradores regionales, para limitar el cerco estadounidense, árabe e israelí. Faltando pocos días para la visita oficial del príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman a Beijing, la dirigencia comunista china ha querido reforzar la “confianza estratégica” con la República islámica.
Al reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif -que fue recibido en Beijing con todos los honores- el consejero de seguridad de Estado de China, Wang Yi, elogió la política de Teherán y expresó su deseo a futuro, de “ahondar en una confianza estratégica” y lograr “nuevos avances” en términos de colaboración estratégica. El jefe de la diplomacia de Teherán viajó acompañado por el presidente del Parlamento, Ali Larijani, y por el ministro de Petróleo, Bijan Zanganeh. “Nuestra relación con China –dijo Zarif- es muy bien valorada. Consideramos la colaboración estratégica global entre Irán y China como una de las relaciones más importantes” para la República islámica.
24/03/2021 13:53