Papa: acusarse a sí mismos para conseguir y ofrecer la misericordia
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Es fácil "culpar a los demás", pero los primeros pasos de la vida cristiana son aquellos en los que uno aprende "a acusarse a sí mismo" para poder expresar la compasión hacia los demás es lo que dijo el papa Francisco en la homilía de la misa de hoy en la casa santa Marta. El Pontífice ha reanudado la Misa diaria matutina hoy, a la que se invitó a los grupos y visitantes parroquiales, interrumpidas a causa de los ejercicios espirituales del Papa y de la Curia.
Las lecturas de la Misa
(Daniel 9: 4-10 y Lucas 6: 36-38) hablan de la misericordia a pedir a Dios,
acusando a su propio pecado, y de la misericordia con la cual tratar a los
demás.
Según informó Radio Vaticano, el Papa Francisco dijo que "el primer paso
de los que quieren ser cristianos" es "la capacidad de acusarse a sí
mismo".
"Todos nosotros - dijo - somos maestros, somos doctores en justificarnos a
nosotros mismos: 'Pero, yo no he sido, no, no es mi culpa, pero eso sí, no fue
mucho, eh... Las cosas no son así...'. Todos tenemos una coartada [sic] de
nuestros defectos, nuestros pecados, y muchas veces somos capaces de hacer esa
cara de 'Pero, yo no lo sé', cara de 'Pero no lo he hecho, tal vez será otro':
hacerse el inocente Y así no se va adelante en la vida cristiana".
"Es más fácil - continuó - acusar a otros". Pero si intenta a
comportarse de manera diferente, "cuando empezamos a mirar las cosas de que
somos capaces", al comienzo "nos sentimos mal, sentimos asco",
entonces esto "nos da la paz y la salud". Por ejemplo - lo dice el
Papa Francisco - "cuando encuentro en mi corazón una envidia y sé que esta
envidia y es capaz de hablar mal de los demás y matarlo moralmente", esta
es la "sabiduría de acusarse a sí mismo". "Si no aprendemos esta
primera etapa de la vida, nunca, nunca vamos a hacer pasos en el camino de la
vida cristiana, la vida espiritual":
El pontífice hace algunos ejemplos: "Me voy a la calle, paso fuera de la
cárcel: 'Eh, éstos se lo merecen', 'Pero ¿sabes que si no fuera por la gracia
de Dios estarías allí? ¿Has pensado que serías capaz hacer cosas que has hecho,
aún peores? '. Esto es acusarse a sí mismo, no esconderse de sí mismo las
raíces del pecado que hay en nosotros, las muchas cosas que podemos hacer,
incluso si no se ven".
Citando al profeta Daniel, el Papa continuó: "A ti, Señor, nuestro Dios,
la misericordia y el perdón. La vergüenza a mí y a ti la misericordia y el
perdón". Este diálogo con el Señor nos hará bien hacerlo en Cuaresma: la
acusación de sí mismo. Pidamos misericordia. En el Evangelio Jesús es claro:
"Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso" Cuando uno
aprende a acusarse a sí mismo es misericordioso con los demás: 'Pero, ¿quién
soy yo para juzgar, si soy capaz de hacer cosas peores?'".
La frase "¿quién soy yo para juzgar?" se ha convertido en casi un
estribillo en los medios de comunicación en los últimos meses. Francisco lo había
usado a propósito de cómo la
Iglesia ve a un fiel homosexual.
Los medios de comunicación han llegado a la conclusión de que el pontífice
bendijo las uniones de hecho, aunque en realidad estaba hablando principalmente
de aceptación hacia las personas homosexuales.
En la Misa de
hoy, dijo que esta frase: "¿Quién soy yo para juzgar a otros" obedece
a la exhortación de Jesús: "No juzguen, y no serán juzgados; no condenéis,
y no serán condenados; perdonad, y seréis perdonados". En cambio, señaló -
"cómo nos gusta juzgar a los demás, hablar mal de ellos".
"Que el Señor - concluyó - esta Cuaresma nos da la gracia de aprender a
acusarse", conscientes de que somos capaces "de los más malvado",
y diciendo: "Ten piedad de mí, Señor, ayúdame a avergonzarme y dame tu misericordia,
para así poder ser misericordiosos con los demás".
17/12/2016 13:14