'Sólo me arrodillo delante de Dios': el último testimonio del sacerdote asesinado en Myanmar
El testimonio de dos maestras de la parroquia que se encontraban presentes en el momento del asesinato del P. Donald Martin Ye Naing Win, en la región de Sagaing. Arrestaron a diez milicianos pertenecientes a un grupo local de las Fuerzas de Defensa del Pueblo, opositores a la junta birmana. Estaban claramente bajo la influencia del alcohol o de drogas cuando mataron al sacerdote. Más de 5.000 personas asistieron al funeral.
Milán (AsiaNews/Agencias) - A los milicianos en evidente estado de alteración, por el alcohol o las drogas, que le ordenaron arrodillarse, el padre Donald Martin Ye Naing Win - el sacerdote asesinado el viernes 14 de febrero en Myanmar - respondió: “Sólo me arrodillo delante de Dios”. Y luego les preguntó con amabilidad: “¿Qué puedo hacer por ustedes?” ¿Hay algún problema del que podamos hablar?
Estas fueron las últimas palabras del sacerdote de 44 años, de la Arquidiócesis de Mandalay, que fue asesinado en la aldea de Kangyitaw, en la región de Sagaing. La noticia fue dada por la agencia Fides, del Dicasterio Vaticano para la Evangelización, que cita el testimonio de dos mujeres que se encontraban presentes cuando ocurrieron los hechos, testimonio que fue presentado al Ministerio de Justicia del Gobierno de Unidad Nacional en el exilio. Los milicianos en cuestión - ya localizados y detenidos - pertenecen a las Fuerzas de Defensa del Pueblo (PDF), la galaxia de formaciones rebeldes que se oponen al ejército birmano y controlan la zona donde tuvo lugar el asesinato.
El padre Donald Martin habría intervenido en defensa de las dos mujeres, maestras y colaboradoras de la comunidad parroquial, que ayudaban al sacerdote en la escuela informal local para niños, una de las muchas que lleva adelante la Iglesia católica birmana en las zonas donde, debido a la guerra que dura desde hace cuatro años, el sistema educativo público ya no existe.
Los hombres que atacaron al P. Donald Martin, continúa el testimonio, venía de una aldea cercana y no está claro por qué lo hicieron con tanta violencia. Supuestamente fue el líder del grupo quien atacó al sacerdote, clavándole un cuchillo reiterada y brutalmente en el cuerpo y la garganta. Este no habría proferido ninguna queja ante la violencia, “como cordero en el matadero” repiten los feligreses citando las palabras del profeta Isaías que se leen en la celebración de la Pasión de Jesús. Después de matarlo, el grupo de hombres se alejó y las mujeres dieron la voz de alarma. Se alertó a las Fuerzas de Defensa del Pueblo, que ese mismo día localizaron y detuvieron a 10 sospechosos. "Los acusados pertenecen a un grupo de defensa local", informa un comunicado del Gobierno de Unidad Nacional, que "condena enérgicamente los ataques contra civiles, incluidos los líderes religiosos, por parte de cualquier organización".
El funeral del P. Donald Martin Ye Naing Win se llevó a cabo el domingo 16 en la aldea de Pyin Oo Lwin, donde nació el sacerdote, en presencia de más de 5 mil personas. Presidió el rito el arzobispo de Mandalay, Mons. Marco Tin Win, quien hizo un nuevo llamamiento "a todos los grupos armados y actores involucrados en el conflicto para que depongan las armas y emprendan un camino de paz y reconciliación".
La aldea de Kangyitaw - donde mataron al sacerdote - está situada en la frontera entre los municipios de Shwebo y Wetlet y tiene una iglesia cristiana y un monasterio budista. La aldea había sufrido ataques incendiarios del ejército birmano en 2023. En la región de Sagaing, predominantemente budista, hay una docena de aldeas católicas entre los ríos Chindwin y Mu. En esta misma zona se encuentra también la aldea de Monhla, donde nació el Card. Charles Maung Bo, arzobispo de Rangún.
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