“Pena demasiado liviana” la condena de Mohamed Morsi a 20 años. “Escapó a la pena de muerte”
El Cairo (AsiaNews)- “Una pena demasiado liviana” la que le dieron al ex –presidente egipcio Mohamed Morsi, que ayer fue condenado a 20 años de prisión por instigación a la violencia, al arresto y a la tortura en los hechos sucedidos el 5 de diciembre de 2012, en los cuales murieron un periodista y 2 personas. La Corte no lo ha acusado de instigación al homicidio y por esto “logró escapar a la pena de muerte”.
Es cuánto narra a AsiaNews, el p. Rafic Greiche, vocero de la Iglesia católica en Egipto: “en general la gente piensa que como pena se puede decir que ha sido liviana. Normalmente para quien mata se aplica la pena de muerte; también quien es cómplice arriesga la pena de muerte”. Muchas personas pensaban que Morsi habría recibido la pena de muerte”.
El proceso se concluyó ayer y es sólo el primero de los 4 que le esperan, destituido por la población y el ejército en el año 2013.
El p. Greiche es párroco de la iglesia de S. Cirilo en Heliópolis, cerca del palacio presidencial. “Puedo decir-agrega- que por los hechos ligados a la condena de ayer a Morsi, yo fui un testigo ocular. Aquel día, el 4 de diciembre 2012, se realizaron muchas manifestaciones contra Morsi, porque en los días precedentes él había hecho cambios a la Constitución para asumir todos los poderes. Esta es la primera y más gruesa violación contra la democracia y un paso hacia la dictadura: un verdadero golpe de Estado. Aquel día yo estaba en la iglesia y también si había una gran manifestación, la policía estuvo tranquila y no sucedió ningún incidente.
Pero en Raba Al-Adawiya (una mezquita presidiada por los Hermanos Musulmanes-ndr) había muchos Hermanos Musulmanes que han iniciado a decir que los cristianos asediando el palacio presidencial. Yo fui a la televisión e hice un pedido tratando de explicar lo que estaba sucediendo: que la manifestación era por la democracia y que la gente reunida no era solo cristiana, sino también musulmana.
El 5 de diciembre recibí un mensaje que me advertía que los Hermanos Musulmanes habrían ido a hacer la oración de la noche frente al palacio presidencial.
Delante de mi iglesia hay una parada de taxi, de autos en alquiler y autobús. Los participantes a la manifestación llegaban muchos con cuchillos, fusiles, piedras. Preocupado por los posibles enfrentamientos, mandé enseguida a la gente que estaba rezando a sus casos. Después de una hora y media comenzó una manifestación muy violenta en la cual murieron personas por orden del presidente. Morsi había dado la orden hasta a su guardia personal de disparar a la gente, pero los soldados se negaron.
Tres personas fueron asesinadas, al menos hubo unos 30 heridos, se provocó un corte de la electricidad, los negocios fueron atacados, las vidrieras rotas… La policía arrestó a muchas personas, pero luego fueron liberadas”.
El p. Greiche concluye: “Morsi no mató, pero dio indicaciones para matar o para herior a la población. Por lo tanto era cómplice de los asesinos. Por esto fue condenado a 20 años”.
Junto a Morsi, fueron condenados otros 12 responsables de la Hermandad y del gobierno de entonces.
Ayer, después que se emitió la sentencia, algunos centenares de personas- ligados a los Hermanos Musulmanes, han iniciado manifestaciones en la universidad del Cairo y en algunas calles. Hubo momentos violentos, con lanzamiento de piedras, autos incendiados, choques con la policía.
Pero, en general, se puede decir que la mayor parte de la gente en Egipto no está ni preocupada, ni interesada por la suerte de Morsi. “La gente-explica el sacerdote- está indiferente a los que le pueda suceder a él, es como si hubiese dado vuelta una página, no quiere recordar el pasado tan doloroso y se espera algo nuevo del presidente Abdel Fattah al-Sisi.
Al-Sisi, elegido presidente en mayo 2014, se comprometió en dar respiro a la economía, derrumbada después de la caída de Hosni Mubarak, enfrentando una lucha contra el extremismo islámico y contra los Hermanos Musulmanes. Miles de miembros de la Fraternidad están encarcelados, junto a diversos laicos de la primavera árabe, que acusan al presidente de sofocar a la oposición. Pero al-Sisi encuentra un gran consentimiento en la población.
“Las personas- agrega el p. Greiche- se dan cuenta de algún signo positivo en la seguridad y en la economía. Ahora la situación es más calma en las ciudades y hay más control contra actos terroristas. Durante las fiestas de Pascua, los negocios y los supermercados estaban llenos con gente que compraba, esto es signo que hay un poco más riqueza que en el pasado.
17/12/2016 13:14
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