Washington desafía a Beijing: volveremos a las aguas disputadas en el Mar Chino meridional
Beijing (AsiaNews/Agencias) - Los Estados Unidos en breve regresarán, con sus naves de guerra, a las aguas del Mar Chino meridional. Un franco desafío a las reivindicaciones de Beijing, que ya a fines de octubre había atacado duramente el tránsito del destructor lanzamisiles USS Lassen en las inmedicaciones de los atolones Subi y Mischief, en el archipiélago de las Spratly. Un alto oficial de la Marina norteamericana estuvo anunciando el próximo pasaje, quien agregó, además, que Washington ha cumplido operaciones de este tipo "durante decenios" en todo el mundo.
Interviniendo en un encuentro en la Universidad de Beijing, el almirante de los Estados Unidos, Harry Harris, aclaró que estas acciones, que fueron cumplidas recientemente por los Estados Unidos, no deberían provocar sorpresa alguna. “Durante decenios -explica- hemos conducido operaciones en lo que hace a la libertad de navegación en todo el mundo, por lo tanto, no veo por qué alguien debiera maravillarse ahora”.
“Nuestros medio militares - agregó - continuarán navegando, volando u operando donde y en cualquier lugar que las leyes internacionales lo permitan. El Mar Chino meridional no es -o no será- una excepción”. No obstante, dichas operaciones, que él define como "de rutina" no deben ser interpretadas como una “amenaza para ninguna nación, sea la que sea”.
Anteriormente, un funcionario del gobierno de los EEUU, tras el anonimato, había explicado a la agencia Reuters que patrullas de este tipo “ocurren al menos un par de veces por trimestre”. Sin embargo, desde Washington se hace saber que la libertad de navegación y la seguridad del mar Chino meridional son intereses primarios del gobierno americano.
Mientras tanto, en Vietnam se aúnan las protestas por la próxima visita oficial a Hanoi del presidente chino Xi Jinping, en el marco de dos días de encuentros, por invitación del secretario general del Partido Comunista vietnamita Nguyen Phu Trong y del presidente Truong Tan Sang. Ocho ONGs locales y al menos 1700 activistas que viven en Vietnam y en el exterior han firmado una petición on-line en contra de la visita del líder chino. Lo que motiva la protesta es la política agresiva de Beijing en el Mar Chino meridional, que ha causado enfrentamientos entre embarcaciones de ambos países -que en otro tiempo fueran aliados comunistas de hierro- en la región y ataques a barcos pesqueros vietnamitas.
La construcción de pistas de aterrizaje y de atolones artificiales en las áreas en disputa por parte de China confirma, consecuentemente, la política "imperialista" de Beijing en los últimos dos años. Para los Estados Unidos y para las Filipinas, las nuevas islas representan una amenaza en la región, y ya en el pasado Washington expresó que no excluía la navegación de sus buques dentro de la zona reivindicada por China como de uso exclusivo suyo, agudizando aún más las tensiones en el área.
Desde hace tiempo que Hanoi y Manila -que, de primeras, presentaron un recurso internacional ante el tribunal de la ONU, iniciado a principios de julio, y que carece de valor vinculante- manifiestan su creciente preocupación por "el imperialismo" de Beijing en los mares meridional y oriental. El gobierno chino reivindica una porción consistente de océano, que comprende las islas Spratly y Paracel, disputadas por Vietnam, Taiwan, Filipinas, Brunei y Malasia (casi el 85% del territorio). Apoyando a los países del sudeste asiático están los Estados Unidos, que han juzgado "ilegal" e "irracional" la llamada "lengua de buey" usada por Beijing para demarcar el territorio hasta llegar a comprender casi el 80% de los 3,5 millones de km2. La hegemonía reviste un carácter estratégico, por la explotación del petróleo y el gas natural en el lecho marino, en un área de la región Asiapacífica que posee un elevado interés económico, geopolítico y comercial, con un valor que abarca al menos 5.000 millardos de dólares.
28/10/2015
04/11/2015