Proteger y educar a los niños de la calle en Tailandia

de Weena Kowitwanij

Hay en total al menos 50 mil niños de la calle provenientes de Camboya, Myanmar, Vietnam, comprendidos los rohingyá, que viven en lugares públicos. Pero los entes de beneficencia, las ONG, la sociedad civil y los docentes para los niños de la calle lentamente cerraron, porque las nuevas generaciones no están dispuestos a las donaciones para los niños desfavorecidos.

Bangkok (AsiaNews) – Los niños de la calle son aquellos que se escapan de sus casas, quizás por la violencia sufridas en sus familias y pasan a la vida en la calle, pidiendo dinero y comida a las personas que pasan. Duermen al borde de las calles, en las estaciones ferroviarias, en las paradas de los autobuses, en el mercado o se reúnen junto a otros niños de la calle que se encuentran dentro de edificios abandonados.

Hasta el día de hoy, con el término se entienden también a los niños que deben ganar dinero durante las vacaciones escolares y después de la escuela, como vender guirnaldas de flores a los conductores de autos detenidos en los semáforos. Cierto, deben estar atentos a los policías en cuanto es ilegal hacerlo.

Uno de los varios problemas en la sociedad tailandesa es el “problema de los niños en la calle”. Especialmente en muchas importantes provincias como Bangkok, Chiangmai, Pitsanuloak, Kon-khan, Nakhon Ratchasima, Nonthaburi, Samutprakarn etc. donde normalmente vemos niños de la calle reunirse en público-

No importa cuál sea el motivo por el cual se alejan y lógicamente no tienen casa, faltan de oportunidad educativas y están ciertamente sin futuro. El director del Office of the Non-Formal and Informal Education (NFE) de la ciudad de Muang, provincia de Chiangmai, junto a 3 enseñantes de niños de la calle han organizado una clase especial para los niños de la calle y los pobres para evitarles vagabundear sin meta.

Nareerattana Daosanun, un enseñante que se ocupa de los niños de la calle en el mercado

Wa-ro-ros de Chiangmai, afirmó que “la investigación de la NFE evidencia que el 20% de ellos son niños de la calle, mientras que el 80% son pobres. Sólo el 30% son del lugar, el otro 70% viene de otros lugares. Todos de familias pobres, están privados de instrucción. Algunos de ellos consumen drogas, alcohol y cigarrillos. La mayor parte de los niños de la calle se reúne en el parque. Los docentes deben acercarse amigablemente y poco a poco, convencerlos a ir a la escuela y tener un mejor tenor de vida. Pueden elegir entre Compulsory Education y Vocational Certificate. Además, los docentes indicarán una mejor calidad de vida que ellos piensan que todos los niños de la calle tendrán si serán instruidos, porque la educación es para todos y todos pueden estudiar para la vida.

Ashi- que se escapó del orfanato cuando tenía 9 años y transcurrió su vida en el mercado Waroros hasta los 21 años- narró: “Me escapé del orfanato porque quería ser libre. hay muchas reglas y reglamentos dentro del orfanato, así que quería pasar la vida solo. La señorita Daosanun, docente, me persuadió de ir a alguna escuela pero no me interesaba aprender. Después de haber transcurrido mucho tiempo entre altos y bajos, stoy lo suficiente maduro e inicio a darme cuenta que el bagaje educativo da acceso a una buena profesión y una vida mejor te espera, por lo tanto voy a ver a la señorita Dasanun que me ayuda a cambiar mi vida.

La señora Thongpoon Buasri, Project Manager para Founder for the better life of children explica que hay muchos niños dentro de la comunidad que pasan la noche pidiendo dinero a los viajadores nocturnos que les dan algo por piedad. Deben “trabajar” entre las 19 a las 2 de la madrugada antes de volver a casa.

“Hoy -agrega la señora Buasir- los niños de la calle se encuentran afrontando desafíos más graves y complicados, en particular aquellos que deben seguir a sus familias para vivir o trabajar en Tailandia. El problema es que no están en grado de continuar los estudios por un período tan largo y no pueden tener la tutela sanitaria. Hay en total al menos 50 mil niños de la calle provenientes de Camboya, Myanmar, Vietnam, comprendidos los rohingyá, que viven en lugares públicos. Un verdadero desafío para aquellos que trabajan sobre el problema de los niños de la calle”.

Pero los entes de beneficencia, las ONG, la sociedad civil y los docentes para los niños de la calle se cerraron lentamente, porque las nuevas generaciones no están dispuestos a las donaciones para los niños desfavorecidos. Y el horario de trabajo del personal gubernamental es de las 8 a las 16 no son coherentes con aquello de los niños de la calle que trabajan de las 17 hasta medianoche.

El director de NFE se dio cuenta del importante problema de más de 3,7 millones de pobres, de niños desheredados, abandonados, de niños de la calle que no tienen ninguna posibilidad de estudiar, algunos fueron expulsados de sus familias a causa de la pobreza. Se instituyó un fondo de educación ecua para sostener el presupuesto para ayudar a varios grupos de niños para poder tener pares oportunidades para todos.

Una entrevista con la abuela de una niña de 11 años que ayuda a su abuela a vender guirnaldas en la calle dijo: “Si mi nieta vende la guirnalda más gente le compra por piedad. No me animo a dejarla sola por miedo a los automóviles o de alguno que quiera secuestrarla por la fuerza”,