Obispos filipinos: a dos años de Yolanda, fe, esperanza y caridad para los sintecho
Ciudad de Cebú (AsiaNews/Agencias) – “La gente que no perdió el sentido de humor, no perdió la esperanza. Ser capaces de reírse de la situación propia es un signo cierto de esperanza. La gente sigue teniendo esperanza en medio de la situación desesperada, porque esta vez no ha sido abandonada”. Lo dijo Mons. Dennis Villarojo, obispo auxiliar de Cebú, durante la cumbre de las comunidades que trabajan en pos de la reducción del riesgo de los desastres naturales (CMDRR), organizada por la Conferencia Episcopal filipina y por la Secretaría Nacional para la Acción Social, para conmemorar los dos años del paso del tifón Yolanda, que el 8 de noviembre del 2013 dio lugar a más de 7.000 víctimas y desplazó y afectó a más de 14 millones de personas. A dos años del desastre, un millón de personas sigue sin un sitio donde vivir.
La cumbre, titulada “Fe, Esperanza y Caridad”, obtuvo la participación de Caritas de todos los lugares del mundo, incluyendo Italia. Mons. Villarojo recordó los gestos de fraternal solidaridad llevados a cabo por la población filipina en los días siguientes al paso del tifón, cuando “los jóvenes tomaban sus cosas, recolectaban provisiones de sus cocinas y las ponían en bolsas, las cargaban en sus vehículos y partían rumbo al norte” para entregarlas a la población en dificultades.
Pero, recordó el prelado, “los desastres no siempre hacen salir a la superficie lo mejor de las personas. A veces hacen salir lo peor… a veces la gente comienza a saquear los negocios y las casas. Los desastres sacan fuera lo mejor de las personas, cuando ya desde el comienzo hay algo bueno: fe, esperanza y caridad”.
Yolanda es el tifón más grande que se haya registrado hasta ahora en el planeta, y que ha destruido el 90%la ciudad costera de Tacloban. Allí, los negocios y restaurantes han vuelto a funcionar y la comunidad se ha reactivado. Pero en las periferias de la ciudad y en muchas otras zonas, cientos de miles de personas viven en condiciones de absoluta pobreza, en áreas que están situadas sobre la ruta anual de las tempestades del Pacífico. Un enorme número de estas personas viven en refugios y casillas, construidas sobre las ruinas de las casas que fueron destruidas por los vientos que alcanzaron los 300 km/h.
El presidente filipino Benigno Aquino ha asignado un fondo de 150 millardos de pesos (aproximadamente 3 millardos de euros) para los programas de recuperación de las zonas afectadas por el desastre, de las cuales el 60% ya ha sido gastado en calles, puentes y escuelas. El problema más urgente que permanece es el de la relocalización de los sintecho en nuevas casas. De las 205.128 familias afectadas, sólo 928 han sido transferidas a viviendas permanentes. El gobierno prometió que relocalizará otras 100.0l próximo año, y que el proyecto será completado en el año 2017.
En agosto pasado, la Conferencia Episcopal filipina criticó al gobierno por el uso de los fondos. Según la Iglesia, parte de los fondos fue usada para la campaña electoral del 2016 en lugar de ser usadas para la obras de reconstrucción. La Iglesia filipina ya ha destinado alrededor de 9,7 millones de euros en proyectos de recuperación.
El Papa Francisco visitó a los sobrevivientes del tifón Yolanda el 17 de enero pasado.
03/07/2017 17:05