Washington envía buques de guerra. Teherán reanuda su actividad nuclear
La Casa Blanca destina el portaviones Abraham Lincoln y bombarderos a la región. Bolton asegura el uso de una “fuerza inexorable”, frente a “datos” preocupantes. Trump se dispone a encarar nuevas sanciones contra los ayatolás. Mañana, el presidente Rouhani debiera anunciar el retiro de los compromisos “menores y más generales” previstos en el acuerdo en materia nuclear.
Teherán (AsiaNews) - Soplan vientos de guerra en el Oriente Medio, entre Irán y los Estados Unidos. Washington se dispone a enviar el portaaviones Abraham Lincoln y un núcleo de bombarderos hacia las aguas de la región, mientras Teherán se alista para reanudar parte de su actividad nuclear. Según fuentes del gobierno de los EEUU, la decisión de enviar medios de refuerzo al CENTCOM -que dirige las operaciones en el área- pretende ser una “medida disuasiva” frente a “potenciales” amenazas por parte “de las fuerzas iraníes y de sus aliados”.
El consejero de Seguridad nacional John Bolton, uno de los “cuatro B” que apuesta al conflicto -según Teherán-, se refiere a “datos y advertencias” preocupantes, provenientes de la República islámica, ante los cuales los Estados Unidos se disponen a responder con una “fuerza inexorable”. Esto ha motivado la decisión de reforzar la presencia militar en la región, si bien no se prevé un “ataque inminente” por parte de las fuerzas iraníes.
Bolton, uno de los halcones de la administración estadounidense que se cuenta entre los promotores de una línea férrea contra Irán, explica que la decisión de destinar portaaviones y naves de guerra a las aguas medio-orientales es una “señal clara e inconfundible” que los Estados Unidos quieren dar a Teherán. Analistas y expertos explican que una de las razones que puede haber motivado esta decisión es la reciente amenaza de la República islámica de bloquear el Estrecho de Ormuz -vital para el tráfico y el comercio- en respuesta a las sanciones de los EEUU, que han impactado de una manera particularmente dura en el sector del petróleo.
En mayo de 2018, el presidente de los EEUU, Donald Trump, ordenó el retiro del acuerdo nuclear (JCPOA) impulsado por su predecesor, Barack Obama, introduciendo las sanciones más duras de la historia contra Teherán. Una decisión que ha provocado una caída significativa en la economía iraní -confirmada por estudios del FMI- y un derrumbe en en el petróleo, sector al que apunta la segunda parte de las sanciones, que ha entrado en vigor el 4 de noviembre pasado. Una política férrea llevada adelante aún cuando la República islámica continúa manteniéndose fiel a los compromisos tomados en el marco del acuerdo en materia nuclear, tal como certifican los expertos de la AIEA.
Simultáneamente, al cumplirse un año de su decisión respecto al acuerdo nuclear, la Casa Blanca mañana debiera anunciar nuevas sanciones contra Irán. Como respuesta, el sitio Axios, el primero en dar a conocer la noticia, esta vez la atención de los americanos no se centrará en el petróleo crudo, sino que atacará un nuevo sector (aún no especificado) de la economía iraní.
Por su parte, Teherán replica afirmando que está dispuesta a retomar -al menos parcialmente- el programa nuclear, aunque sin por ello abandonar el acuerdo del 2015, que aún sigue vigente con Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania. Según informa la agencia oficial IRIB, mañana, el presidente Hassan Rouhani debiera anunciar el retiro de algunos compromisos “menores y más generales” previstos en el JCPOA, en respuesta a las medidas adoptadas por los EEUU, y ante “las promesas incumplidas” de los países europeos respecto a su respeto de los compromisos tomados”.
La cuestión también fue abordada por la agencia oficial ISNA, cercana al estudiantado iraní, que alude a “acciones recíprocas” tras el retiro del acuerdo nuclear por parte de los Estados Unidos. Algunos líderes de primera línea de la Unión Europea ya habrían sido advertidos por Irán, aunque no de manera oficial.
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