Vientián, necesarias las ayudas chinas para el desarrollo económico y sanitario

La falta de fondos hizo del país más dependiente de las ayudas extranjeras. Laos se esfuerza por ser un país con un rédito medio dentro de 2030. El campo sanitario es una prioridad. La esperanza de un impulso económico gracias al ferrocarril de alta velocidad chino.

Ventián (AsiaNews/Agencias)- El gobierno de Laos apunta a ampliar la asistencia sanitaria universal para reforzar su consentimiento popular, pero necesita de la ayuda de Beijing para distribuir prestaciones y suministros médicos. El Premier Thongloun Sisoulith trabaja para requilibrar la diplomacia del país, a continuación de las preocupaciones que la pequeña nación sin salida al mar sea demasiado dependiente de las ayudas de Beijing para mejorar las condiciones de su población, todavía en gran parte pobre.

Las intervenciones incluyen préstamos concedidos para construir un ferrocarril de alta velocidad del valor de 6 millardos, que tiende a conectar china meridional con el sudeste asiático en el contexto de la Belt and Road Initiative (BRI) china. Una vez terminada, con esta Vientián espera revolucionar su economía. Al mismo tiempo, el gobierno de Thongloun reconoce el lado negativo de algunas inversiones de Beijing. Esto se manifestó en la prohibición impuesta a la creación de nuevas plantaciones de bananas de propiedad china, a causa de su impacto dañino sobre el ambiente. Sin embargo, el ejecutivo difícilmente puede prescindir de la asistencia financiera china para su subdesarrollado sector médico, a la luz de la ambiciosa reforma sanitaria como una prioridad, sobre todo porque Laos se esfuerza en convertirse en un país a rédito medio dentro de 2030.

La expectativa de vida nacional al nacimiento era de solo 63,5 años en 2015, una de las tasas más bajas en el sudeste asiático y 8 años bajo la media global. El mes pasado, la Asamblea nacional, las tasas de niños con bajo peso, las tasas de mortalidad infantil y materna y el número de decesos de niños por debajo de los cinco años. Una escasa infraestructura en un país al 70% montañoso rinde difícil acceder a las estructuras sanitarias. Laos es grande como Francia, pero tiene solo 6,7 millones de habitantes. La corrupción es otra preocupación, exacerbada por los bajos salarios del sector público, entre los cuales los médicos y enfermeros. Los empleados públicos pueden a menudo meses sin cobrar el salario. Esto significa que el personal médico a menudo acepta pequeñas coimas, otro disuasivo para los pobres para acceder a los servicios sanitarios.

La falta de fondos hizo del país más dependiente de las ayudas extranjeras, en gran parte de China. El producto interno bruto (PIB) laosiano es inferior a los 1,690 euros, una de las tasas más bajas en Asia, no obstante un crecimiento de un 7% en los años recientes. El gobierno está confiado que el nuevo ferrocarril de alta velocidad, una joint venture de la cual laos detiene cerca del 30%, transformará la nación en un moderno centro logístico para la creación de puestos de trabajo y para el comercio chino. Hasta ahora el desarrollo de la línea ferroviaria requirió transferir a 4.400 familias solo en este año y el mega- proyecto está construido el 22% de los 414 Km previstos. Parte de la esperanza del gobierno de convertirse en la “batería de Asia” con las exportaciones de energía hidroeléctrica, también los numerosos diques construidos a lo largo del trecho laosiano del río Mekong han provocado desplazamientos forzados y provocó un fuerte disenso en relación con el Estado.