Vicepresidente filipina: La guerra a la droga de Duterte es ‘un enorme fracaso’
Leni Robredo es una histórica opositora del controvertido jefe de Estado. En un documento de 40 páginas, hace públicos los descubrimientos hechos en los 18 días como jefa de la máxima autoridad nacional antidroga. La controvertida campaña gubernamental no frenó la difusión de las anfetaminas.
Manila (AsiaNews/Agencias) – La guerra a la droga deseado por el presidente Rodrigo Duterte es “un fracaso”: no sólo ha causado miles de muertos, sino que la administración logró recuperar sólo el 1% de los narcóticos y de dinero ganado por los traficantes. La vicepresidente de Filipinas, Leni Robredo (Foto), no usa medios términos para criticar la política gubernamental con la cual Duterte prometió liberar al país de la plaga de la dependencia de las drogas.
La señora Robredo es una histórica opositora del controvertido jefe de Estado. En Filipinas, el presidente y su vice son elegidos con 2 votos separados y muy a menudo pertenecen partidos diversos. El pasado noviembre, Duterte había designado a la exponente del Partido liberal de 54 años, como co-presidente de la máxima autoridad nacional antidroga- el Comité inter-agencia para la lucha a la droga (ICAD). El presidente, sin embargo, licenció a la señora Robredo por carta 18 días después de su asunción al cargo, diciendo que no podía confiar en ella.
Ayer, la vicepresidente realizó una conferencia de prensa para hacer público un documento de 40 páginas sobre sus descubrimientos hechas en el breve período en la ICAD, en la cual da a conocer también alguna sugerencias para mejorar la campaña antinarcóticos. En el texto, la señora Robredo cita datos oficiales. La unidad antidroga (PDEA) de la policía nacional (PNP) releva que cada año los adictos en Filipinas consuman 156 mil Kg de shabu (metanfetaminas). Sin embargo la fuerza pública secuestró solamente 156 Kg entre enero y octubre pasados, 785 Kg en el 2018 y 1053 hace 2 años.
Estando a los datos proporcionados por las autoridades, el gobierno Duterte fue poco incisivo también en la recuperación del dinero generado por el comercio de la droga. Citando aún una vez más los datos de la PNP, la señora Robredo afirmó que el consumo de shabu genera cerca de 1.300 millardos de pesos por año (22,88 millones d euros). Pero, entre 2017 y 2018, el Consejo anti reciclaje estuvo en grado de secuestrar dinero por un valor de 1.4 millardos de pesos (24,6 millones de euros).
La vicepresidente al final invocó la finalización de la “Operación Tokhng”, o sea los allanamientos en las casas de los sospechosos. Para muchos filipinos, éstas se volvieron sinónimo de asesinatos extrajudiciales: muchas de las personas inscritas en las “listas de control” para adictos o traficantes murieron durante este tipo de operaciones. Los últimos de las autoridades fijan en más de 6.600 el número de muertos oficiales. Según los medios y los activistas por los derechos humanos, el número está comprendido entre las 27 mil y las 30 mil unidades contando los homicidios cometidos por los vigilantes.
La Iglesia católica está entre las pocas voces que denuncian la violencia d la guerra de Duterte a la droga. En respuesta a las críticas sobre los asesinatos extrajudiciales, Duterte varias veces lanzó duros ataques a obispos y sacerdotes. El pasado julio, los prelados han recibido con favor la decisión de las Naciones Unidas (ONU) de iniciar una investigación sobre los miles de muertos. El arzobispo auxiliar de Manila, Mons. Broderick Pabillo, que la investigación ayudará a poner fin a los homicidios extrajudiciales y garantizará justicia a las víctimas y a sus familias.
28/09/2018 11:00
04/09/2018 17:22