Vicario de Jerusalén: Israel y Hamas permanecen en las antípodas, y no habrá paz sin justicia

Mons. Marcuzzo elogia la mediación que Jordania y Egipto llevan adelante, para lograr una frágil tregua en la Franja de Gaza. Pero los dos frentes se mantienen distantes y la violencia se ha convertido en un “hecho habitual”. La “parálisis” del Consejo de Seguridad de la ONU. Experto israelí: Hamas pretendía capturar soldados israelíes para utilizarlos como moneda de cambio.

Jerusalén (AsiaNews) - La tregua es “fruto de la mediación” de Egipto y Jordania y “por suerte” estos dos países han actuado de prisa para restaurar la calma, a diferencia de una comunidad internacional que ha rehuido de intervenir. Sin embargo, de momento “no se puede vislumbrar a largo plazo” el logro de una “paz duradera” y los dos frentes se mantienen “en las antípodas”. Es cuanto resalta a AsiaNews Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, el vicario patriarcal de Jerusalén, al comentar el cese del fuego entre Israel y Hamas, después de dos días de violencia en la Franja de Gaza.

Según subraya el prelado, estos hechos de violencia, “lamentablemente ya se han vuelto algo habitual”. Los dos frentes “se baten, luego aceptan una tregua para poder reorganizarse y para sepultar a las víctimas pero luego reanudan el enfrentamiento”. Es más, agrega, “ya no se puede hablar de procurar la paz”, sino de una extenuante tregua “que no es llevada a la práctica. Luchan, luego se detienen por un tiempo, para luego comenzar otra vez... falta una visión a largo plazo”.

Ayer, Egipto actuó de mediador en el cese del fuego entre Hamas e Israel, poniendo fin –por primera vez en la historia- a la violencia después de solamente dos días de enfrentamientos. Los habitantes del sur del país han abandonado los refugios, donde se habían resguardado para huir de la lluvia de misiles lanzados desde Gaza, iniciada el 11 de noviembre pasado. Sin embargo, el fin de las hostilidades fue acogido de una manera distinta: cantos y gritos de alegría en la Franja, con jóvenes celebrando “la victoria sobre Israel”. Protestas y descontento en el sur de Israel, por la interrupción de la acción militar.

Asimismo, en el día de ayer, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reunido a puertas cerradas en el Palacio de Vidrio de Nueva York para deliberar en torno a la escalada de violencia, no supo llegar a un acuerdo para garantizar una tregua y una reconciliación duradera entre los dos frentes. Según fue informado por el representante palestino Riyad Mansour, la reunión de 50 minutos mostró el estado de “parálisis” en que yace el Consejo de Seguridad y la incapacidad de “asumir las responsabilidades” que le tocan, para aplacar la violencia.

Detrás de la situación de bloqueo estarían los Estados Unidos, que frenan “cualquier discusión” que pueda desembocar en acusaciones contra Israel. A falta de un consenso de 15 miembros, el eje optó por “abstenerse” de brindar una declaración sobre la situación que rige en Gaza. Al margen del encuentro, el embajador israelí Danny Danon afirmó que su país no acepta “llamamientos a la calma de los dos frentes”, puesto que “uno lanza 400 misiles sobre civiles”, y el otro [por Israel] “sólo trata de defenderse”.

En diálogo con AsiaNews, Mons. Marcuzzo precisó que esta nueva ola de violencia “no incide sobre las peregrinaciones” y sobre la “seguridad de los lugares más visitados de Tierra Santa”, sobre todo en este período que precede al Adviento. Aún así, Israel y Hamas “se mantienen en las antípodas” y no será posible alcanzar una verdadera paz “si no hay justicia, si no se encuentra una solución que sea justa para ambas partes. Los dos frentes –concluye- debieran ir a consultar la ‘Pacem in terris’ de San Juan XXIII, siendo que al día de hoy, los problemas siguen sin resolverse”.

Yedidia Sermoneta, una personalidad israelí experta en cuestiones medio-orientales, resalta que la tregua fue el resultado inevitable de estos dias de tensión, pero que no cree que ésta dure “a largo plazo”. El hecho que desató la escalada, explica, fue “la operación encubierta del ejército israelí, que penetró en la Franja con la intención de poner fin al lanzamiento de misiles”. Una acción que determinó la reacción de Hamas “que hubiera querido capturar a los militares israelíes que incursionaron en el territorio, para usarlos como moneda de cambio, a fin de rescatar a otros prisioneros palestinos, como ya ha ocurrido en el pasado. Como no lo logaron, se enfadaron y esto devino en un ataque” desplegado sobre el sur de Israel.