Una academia del budismo tibetano pasa a estar bajo la guía directa del Partido comunista ateo
Hace una semana se nombraron nuevo director, secretario y miembros del consejo de administración: todos miembros del partido, ateos y no creyentes en el budismo. Continúa la demolición de las viviendas de los estudiantes. Se proyecta un centro turístico.
Chengdu (AsiaNews) – El centro de aprendizaje del budismo tibetano de Larug Gar tendrá un director y un secretario del Partido comunista, además de otros cuadros que tendrán la mayoría en el consejo de administración.
El centro de Larung Gar (en Garze, en el Sichuan occidental) surgió en los años ’80 gracias al compromiso del monje Jigme Phuntsok, que atrajo en torno a sí a miles de fieles y de monjes. Desde 2004, año en que falleció el fundador, el centro ha sido dirigido por un grupo de monjes autorizados, elegidos democráticamente. Pero desde el 20 de agosto pasado, la prefectura de Sichuan ha establecido que el director del instituto será el vice-jefe de la policía de Garze, que desarrollará las funciones de secretario del centro y de la célula del Partido.
Otros dos cuadros de la Oficina de asuntos religiosos pasarán a ocupar el cargo de vicedirectores del centro y subsecretarios del Partido; otros seis cuadros locales formarán parte del consejo de administración del monasterio y de la academia.
Todos ellos, si bien son tibetanos, forman parte de un partido ateo y no profesan el budismo.
Según el Centro tibetano por los derechos humanos y la democracia de Dharamsala, la medida tiene dos objetivos: ante todo, rebajar el valor y disminuir la influencia que pueda tener el centro, poniéndolo en manos de gente incompetente; en segundo lugar, el motivo es económico: se quiere desarrollar el turismo en el valle, y por lo tanto se quiere potenciar la construcción de infraestructuras, que, sin embargo, corren el riesgo de destruir el ambiente natural y espiritual del centro.
No es la primera vez que el Larung Gar está bajo la mira: hace más de un año que el gobierno destruye las viviendas de los estudiantes y los expulsa del lugar. De unos 10.000 estudiantes que se contaban en 2016, y que incluían tanto a hombres como mujeres, hoy sólo quedan 4828 monjes y monjas, y 4725 viviendas han sido destruidas.
Hace casi dos años, Xi Jinping, en un discurso que dirigió al Frente Unido, subrayó que las religiones deben estar sometidas al Partido Comunista chino. Desde entonces, el control sobre cualquier actividad religiosa (sea ésta de budistas, taoístas, musulmanes o cristianos) se ha vuelto sofocante, con la aplicación de minuciosas reglas que incluso han conducido a la demolición de cruces, mezquitas y templos.
27/06/2019 16:25
08/07/2019 10:55