Tsai Ing-wen quedó confirmada como presidente de Taiwán
Obtuvo más de 8 millones de preferencias; casi 2,5 millones más que su rival. Su partido mantiene la mayoría en el Parlmento. El resultado de las elecciones otorga a la presidente el mandato para proseguir con su actual política en relación con China. “Beijing debe comprender que Taiwán no cederá ante amenazas e intimidaciones”.
Taipéi (AsiaNews/Agencias) – La presidente taiwanesa Tsai Ing-wen ha conquistado su segundo mandato en la guía del país, gracias a una arrolladora victoria, en una carrera electoral que estuvo dominada por temas como la soberanía nacional, la democracia y las relaciones entre Taipei y Beijing en el futuro próximo. En los dos días de comicios, la Sra. Tsai, exponente del Democratic Progressive Party (DPP), obtuvo 8 millones de preferencias; casi 2,5 millones más que su rival, Han Kuo-yu del Kuomintang of China (KMT), que proponía entablar relaciones más estrechas con la China continental. El tercer candidato, James Soong Chu-yu del People First Party (PFP), recibió menos de 600.000 votos.
En el 2016, con ocasión de su primera victoria en las elecciones presidenciales, la líder taiwanesa fue votada por 6,9 millones de ciudadanos. Anteayer, los votantes también debieron determinar la composición del parlamento: el DPP obtuvo una gran victoria en las elecciones legislativas, conquistando 61 escaños, a diferencia de los 38 que obtuvo el KMT. El resultado confirma que el partido oficialista mantendrá la mayoría en el Yuan legislativo. Según los analistas, dicho éxito otorga a la Sra. Tsai el respaldo para proseguir con su actual política en relación con China, a pesar de las divergencias con el KMT y de la fuerte oposición de Beijing.
La presidente rechaza la idea del gobierno chino, que considera que Taiwán es parte de “una sola China”. Desde su primer mandato, Beijing tomó férreas medidas: interrumpió las comunicaciones oficiales con el gobierno taiwanés e incremento la presión económica y militar. Además, China arrancó siete de los pocos aliados diplomáticos que le quedaban a Taiwán, esperando que los electores taiwaneses se inclinaran por castigar a la Sra. Tsai en las urnas.
“Paz significa que China debe cesar en sus amenazas de fuerza contra Taiwán”, declaró ayer Tsai, en el discurso que declaró su victoria, hace dos días. “Así mismo, espero que las autoridades de Beijing comprendan que la Taiwán democrática y nuestro gobierno, democráticamente electo - no cederán ante las amenazas e intimidaciones”. La presidente ha subrayado que las relaciones entre las dos orillas del Estrecho debieran estar basadas en “la paz, la igualdad, la democracia y el diálogo”. Tras prometer que en los próximos cuatro años evitará provocar a Beijing, Tsai afirmó que Taiwán debiera convertirse en un “socio”, y no en “un problema” para sus países vecinos. Por último, la jefa de Estado no quiso brindar comentarios sobre las protestas de Hong Kong, pero afirmó que considera que “los amigos de Hong Kong también estarán conformes [refiriéndose al resultado electoral]”.
Entre los sostenedores que salieron del cuartel general de Tsai Ing-wen para festejar el triunfo electoral, hubo decenas de hongkoneses agitando banderas y cantando eslóganes en defensa de la democracia. Desde que comenzaron las protestas en la ex-colonia británica, cerca de 200 manifestantes se han refugiado en Taiwán por miedo a ser arrestados. El Consejo de Asuntos continentales de Taiwán afirma que cerca de 30 delegaciones, que suman en total 700 personas, visitaron la isla vistiendo el uniforme oficial para respaldar y expresar su apoyo a la Sra. Tsai durante las elecciones. Los visitantes provenían de partidos políticos, agrupaciones y asociaciones de la sociedad civil. Alrededor de 100 de ellos se han desempeñado como concejales de municipios.
Al día siguiente de su reelección, Tsai se reunió con los embajadores de facto de los Estados Unidos y Japón. En su encuentro con William Brent Christensen, director del American Institute de Taiwán, Tsai solicitó una cooperación más profunda entre Taipéi y Washington en cuestiones de seguridad y en materia económica. La presidente luego conversó con Mitsuo Ohashi y ante el presidente de la Asocación de Intercambio entre Japón y Taiwán, expresó que en las relaciones entre las dos orillas del Estrecho, Taipéi “se ha negado a doblegarse ante las presiones”.
La reacción de Beijing ante los resultados electorales no se hizo esperar. A última hora de la noche del sábado, al referirse a la isla, la Oficina china de Asuntos de Taiwán reiteró que el gobierno continuará promoviendo el modelo de “una nación, dos sistemas”. Al día siguiente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China declaró que “prescindiendo de los cambios en la situación interna de Taiwán, el hecho fundamental que no cambia es que existe una sola China y que Taiwán es parte de ella”. El comunicado afirma que Beijing no cambiará su posición y que continuará ateniéndose al principio de “una sola China” y oponiéndose a la independencia de Taiwán. El mismo ministerio concluyó su nota afirmando que China espera que el mundo comprenda y sostenga “la justa causa” del pueblo chino, para oponerse a las actividades secesionistas y “llevar a término la unificación nacional”.