Tíbet, el mundo clama por la liberación del Panchen Lama
Con ocasión del cumpleaños número 31 del líder budista, raptado por Beijing hace 25 años y desde entonces desaparecido, la diáspora tibetana y la comunidad internacional exigen a China noticias del joven. Beijing no tiene ninguna intención de dejar la gestión de la cuestión religiosa en manos de los fieles. Fuente de AsiaNews: “Solo podemos rezar por su salud y su liberación”.
Dharamsala (AsiaNews) – Los tibetanos de todo el mundo y la comunidad internacional han festejado el cumpleaños número 31 del Panchen Lama invitando, una vez más, al gobierno chino a liberarlo. El monje, considerado el “número 2” del budismo tibetano, se encuentra prisionero, desde hace más de 25 años, en un lugar desconocido, por orden de Beijing. Una fuente anónima tibetana dice a AsiaNews: “¿Qué podemos hacer excepto rezar por su salud física y mental? Esperamos que sea liberado lo antes posible”.
Gedhun Choekyi Nyima fue capturado con su familia, por las autoridades chinas, el 17 de mayo de 1995, tres días después de ser reconocido como el Panchen Lama del actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso. En aquél momento tenía 6 años (en la foto: a la izquierda, de niño; a la derecha, una reconstrucción realizada por computadora). Para el budismo tibetano, el Panchen Lama es importante por muchos motivos, entre otros, porque tiene la tarea de reconocer el renacimiento del Dalai Lama, luego de su muerte.
Tenzin Dorjee, presidente de la Comisión Estadounidense para la Libertad Religiosa en el mundo (USCIRF) escribe en un comunicado: “Mientras el coronavirus se propaga en todo el mundo, nos preocupa aún más la salud del Panchen Lama. Pedimos enérgicamente al Partido Comunista Chino que confirme su estado de salud y si él sigue con vida. La comunidad global debe exigir su liberación”.
Sentimientos similares fueron expresados por grupos en apoyo de la causa tibetana, tanto en el seno del Parlamento Europeo como en el japonés. Sin embargo, el aliado más importante para la diáspora budista sigue siendo Estados Unidos. En el pasado mes de enero, en un decreto aprobado por la Cámara de Representantes, se pide al gobierno americano que incremente sus políticas en favor de la cuestión tibetana. El texto, que está siendo examinado en el Senado, incluso prevé la apertura de un consulado de los EEUU en Lhasa (capital de la provincia) antes de conceder a China la posibilidad de abrir oficinas similares en suelo estadounidense.
Una fuente tibetana que pidió permanecer anónima por motivos de seguridad, dijo a AsiaNews: “No tenemos noticias del Panchen Lama, pero siempre rezamos por él y por el Dalai Lama. En medio de la crisis provocada por el Covid-19, sin duda, la causa budista no figura en primer lugar en las agendas de los líderes mundiales. Esperamos que las cosas cambien pronto, y que la libertad religiosa pueda volver al Tíbet”.
El secuestro del joven ha demostrado la voluntad del gobierno comunista de interferir en las líneas dinásticas del budismo tibetano. Ya hace tiempo que en las áreas chinas del Tíbet, la selección de los lamas reencarnados es sometida a la aprobación de Beijing. Muchas veces los maestros de alto grado son elegidos entre las filas de los “lamas patrióticos”, monjes que están alineados con el gobierno y que no anhelan la independencia del Tíbet.
China está intentando asegurarse la elección del monje que reemplazará al actual Dalai Lama luego de su muerte. En respuesta a la intromisión de Beijing, en los últimos años, Tenzin Gyatso barajó la hipótesis de que él podría ser el último Dalai Lama, o que su reencarnación podría definirse en una suerte de “cónclave” conformado por los abades budistas más importantes de la diáspora.