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FILIPINAS
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Silsilah, por un futuro de paz en Mindanao: ‘Abandonar el camino del odio y del conflicto’

“Las víctimas no son exclusivamente cristianos, sino también y sobre todo musulmanes”. “Hay grupos externos y centro de poder interesados en dividirnos”. El movimiento por el diálogo promueve “una nueva forma de diálogo, basada en un amor que va más allá del límite de la tolerancia”. La invitación a huir de la lógica de la venganza: “Abrazad el radicalismo del ‘amor’, para tener ‘cambios radicales en nuestra sociedad’”.  

Zamboanga (AsiaNews/Silsilah) – La isla de Mindanao ha quedado en el centro de sangrientos enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y los Maute, un grupo terrorista inspirado en el Estado islámico, que desde el 23 de mayo asedian las ciudad islámica de Marawi. La violencia ha causado la muerte de más de 400 personas y ha generado tensiones étnico-religiosas en el territorio donde se concentra la mayor parte de la población musulmana de las Filipinas, que representa cerca del 20% de la población total del país. En un clima de aprehensión por temor a que se produzca la explosión de un conflicto sectario, el movimiento por el diálogo islámico-cristiano Silsilah [en árabe: cadena, nexo –ndr] renueva su compromiso por la paz en el Sur de las Filipinas, atormentado por decenios de divisiones. A través de un comunicado, el movimiento fundado por el Pbro. Sebastiano D’Ambra en 1984 en Zamboanga, reclama a la población de Mindanao la importancia de una confrontación inter-religiosa. AsiaNews ofrece a continuación el texto completo de la declaración. (Traducción a cargo de AsiaNews).

 

El asedio de Marawi es una nueva, triste experiencia que ya no podemos seguir ignorando más. La primera pregunta que demos plantearnos es el motivo por el cual el grupo Maute ha optado por comenzar en Marawi, la ciudad islámica de las Filipinas, una suerte de presencia visible en Mindanao, luego de años de preparación. La respuesta a esto es difícil. En la búsqueda de una respuesta correcta, podemos hallar muchas otras.  

Para nosotros que participamos en Silsilah, un movimiento a favor del diálogo, formado por cristianos y musulmanes, iniciado en 1984 en Zamboanga, ésta es una nueva prueba para nuestra misión de diálogo, y una nueva página triste. Escuchando por aquí y por allá, hallamos que hay quien piensa que esto forma parte de la historia del pasado.

Hay otros que se muestran más propensos a pensar que somos víctimas de una lucha geopolítica internacional que encuentra en Mindanao un verdadero y auténtico terreno fértil entre la población musulmana. Sin embargo, las víctimas no son exclusivamente cristianos, sino también y sobre todo musulmanes. ¿Cuál es el islam que el grupo Maute quiere introducir? ¿Quiénes son los que financian esta guerra? ¿Por qué hay muchos musulmanes que temen reaccionar?

Ésta, al igual que muchas otras preguntas, a menudo hoy sigue sin respuestas apropiadas. También hay quienes creen que la solución sea tener armas y seguridad más poderosas, más soldados, dar mayor poder a los militares, etc. La realidad es que hay grupos externos y centros de poder que están interesados en dividirnos. Ante todo, en poner a los musulmanes contra los cristianos, y por ende, a dividir a los musulmanes entre sí. En realidad, todos somos víctimas.

¿Qué debemos hacer? Hay personas que, ya desalentadas de proseguir por la vía del diálogo de la paz, piensan en tomar las armas para combatir. En Mindanao, esto no es novedad. Ya ocurrió durante el conflicto de los años Setenta, cuando nació el Moro National Liberation Front (MNLF). En aquellos años, los cristianos organizaron grupos llamados “llaga” para enfrentar a los musulmanes, y los musulmanes organizaron los “Baracuda” para ir contra los cristianos. El resultado de éstos fue un mayor odio y mayores prejuicios entre muchos musulmanes y cristianos. El conflicto se reanudó una y otra vez, hasta que en el año 2000, el presidente Estrada declaró “la guerra total en Mindanao”. Fue otro desastre [que devino en mayor] división. El sufrimiento de las personas continuó con el asedio de Zamboanga en el año 2013, que, afortunadamente, no fue afrontado como un “conflicto de religiones”. En Zamboanga esto fue posible gracias a muchos líderes y grupos musulmanes y cristianos, entre ellos Silsilah, que actuaron juntos para afirmar que no se trataba de un enfrentamiento entre religiones. ¿Pero qué será del asedio de Marawi? Compartimos esta reflexión para alentar a todos a no cansarse de trabajar juntos por la promoción del diálogo, de la paz y de la reconciliación. Estamos en un momento crítico, porque aún no conocemos el fin de esta triste historia, y tenemos miles de refugiados que ayudar, no sólo brindándoles comida a diario, sino también en la tarea de edificar la esperanza en medio de este complicado conflicto.

Hay esperanza. Mientras tanto, hay quienes sólo ven los aspectos negativos de este conflicto, o, más peligrosamente, quienes están proyectando vengarse y generar más violencia. Silsilah promueve una nueva forma de diálogo basada en un AMOR que va más allá del límite de la tolerancia. Una nueva forma de “Martabat”, que es lo opuesto del tradicional aspecto cultural de la “venganza”, un nuevo inicio basado en la reconciliación y el amor. Sabemos que esto puede ser considerado una “utopía”, pero esto es lo que Silsilah quiere hacer. Decidlo a todos: “Dejad de usar el radicalismo de la violencia”, y abrazad “el radicalismo del amor, para tener cambios radicales en nuestra sociedad”.

En las áreas de conflicto en las inmediaciones de Marawi, algunos miembros de Silsilah se están moviendo en este sentido, en silencio. Esperamos que la violencia termine pronto en Marawi y en otras partes de Mindanao, pero esto no es todo. Debemos trabajar duramente para decir a musulmanes y cristianos: “Estamos llamados a escribir una nueva página de la historia”. La historia del pasado está plagada de violencia. Debemos soñar con la paz futura. Debemos recordar que la parte más profunda de nuestra misión de reconciliación es con los musulmanes. Ellos son invitados a recordar que el sagrado Corán afirma que hay ocasiones en las cuales es posible reaccionar en una forma de lucha (Yihad) con la violencia, pero el mismo agrega que “[…] si perdonas, es mejor”. También los cristianos pueden recordar muchas partes distintas del Evangelio, en particular el mensaje de Jesús, “[…] amad a todos, incluso a vuestros enemigos”.

No podemos negar que hoy, los sentimientos de muchos musulmanes y cristianos son negativos por diversas razones, entre ellas, la triste historia del asedio de Marawi. Sin embargo, no debemos tan sólo reconstruir los edificios destruidos, sino también curar las heridas internas. Para sanar, éstas requieren de más tiempo. Silsilah se compromete a hacer todo lo posible, invitando a todos a abandonar el camino del odio y del conflicto, y a trabajar como hermanos y hermanas, moviéndose juntos por el bien común. 

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