Se intensifica la campaña contra las iglesias subterráneas protestantes

Hay comunidades que fueron suprimidas u obligadas a inscribirse en comunidades oficiales en distintas partes del país. Demolieron un hogar de ancianos. Cerraron un jardín de infantes. Arrestaron a los fieles que conmemoraban a los muertos por el terremoto del 2008 en Sichuan. El miedo del gobierno ante el renacimiento religioso.

Beijing (AsiaNews) – En las últimas semanas, las autoridades chinas de varias partes del país han estado ejerciendo presiones sobre las comunidades protestantes subterráneas (las denominadas “iglesias domésticas”) para que éstas acepten inscribirse en las comunidades oficiales (Movimiento de las Tres autonomías), o de lo contrario, cierren sus puertas. En algunos casos, sus iglesias o lugares de encuentro para la oración fueron demolidos. A continuación, brindamos una lista de los episodios de violencia, según fue publicado por Radio Free Asia, hace dos días.

En Jiangxi (en el este del país), en el condado de Jinxian, la iglesia del Supremo amor, con unos 200 miembros, sufrió un allanamiento de las fuerzas del gobierno y recibió una orden de clausura, A los miembros se les ha prohibido reunirse, aunque los fieles sigan encontrándose a escondidas en una localidad lejos de la ciudad.

En Fujian (sudeste del país) a una comunidad de Nanping les han ordenado inscribirse en el Movimiento de las Tres autonomías, controlado por el gobierno. A los fieles también se les ha prohibido encontrarse en las casas de unos u otros.

También en Fujian, pero en la ciudad de Xiamen, las autoridades obligaron a clausurar un jardín de infantes que había sido construido y era gestionado por la comunidad cristiana de Xunsiding. Los padres de los niños y los fieles se congregaron frente a la puerta del instituto, en señal de protesta. La oficina de asuntos religiosos y la de educación afirman que el jardín de infantes no cuenta con las debidas aprobaciones.

En Guangdong (sur del país), las autoridades del condado de Luhe, cerca de Shanwei, clausuraron un hogar para personas ancianas, amenazando con destruirlo. En este caso, se enviaron 200-300 policías antidisturbios para demolerlo. El hogar había sido construido con contribuciones de la comunidad y en ocasiones, en el lugar se celebraban encuentros de oración.

El 14 de mayo, en el condado de Dafang (Guizhou, suroeste del país) prohibieron a Yan Hengping, un cristiano protestante local, llevar a cabo encuentros de oración o servicios litúrgicos.

El 12 de mayo pasado, la policía llevó adelante un operativo en la iglesia ubicada dentro de las Jiangxin Mansions de Chengdu, la capital de Sichuan, donde un grupo de cristianos estaba participando en una ceremonia en memoria de los difuntos por el terremoto del 2008. Todos los fieles de la comunidad de la Alianza de la Primera Lluvia fueron arrestados y expulsados del lugar a bordo de dos autobuses. El pastor de la iglesia, Wang Yi, afirma que quien llevó adelante el operativo y los arrestos fue la policía, la seguridad pública y personas que se desempeñan en la Oficina de Asuntos culturales. Las fuerzas del orden secuestraron 15.600 volúmenes y panfletos.

El gobierno chino tiene temor por el gran renacimiento religioso que está cobrando coraje en el país. Y teme, sobre todo, un crecimiento de las comunidades protestantes, de las cuales la mayor parte se niega a ser registrada en el Movimiento de las Tres autonomías (la iglesia protestante oficial) que ellos consideran demasiado servil al poder político. Se calcula que hay más de 40 millones de protestantes subterráneos, en comparación con los 30 millones de la comunidad oficial.

La misma política de allanamientos, operativos, clausuras, demoliciones, obligación a inscribirse en las listas oficiales es llevada adelante contra las comunidades católicas de Henan, Xinjiang, Mongolia Interna, etc.