Se derrumba la bolsa china: el partido comunista protegió a “la aristocracia roja”, no al pueblo
Beijing (AsiaNews)- La reciente crisis de los mercados financieros en China mostró la falacia del asunto del Partido comunista chino (Ccp), según el cual es posible promover el desarrollo económico y reformas sin empezar al mismo tiempo cambios políticos. Que las autoridades deban usar una ráfaga de decretos implementados- incluso el poner en campo a la policía para investigar a aquellos que Beijing llama “pérfidos” bróker y gestores de fondos- para salvar la situación, es índice de los instrumentos limitados a disposición de la dirigencia china.
El abandono de parte de Beijing de los mecanismos de mercado ha tirado más de una sombra sobre el futuro de las reformas en el campo de las finanzas y en otros sectores a ese afiliados. Además, los 90 millones de chinos que han adquirido acciones han manifestado su falta de confianza en el régimen, desobedeciendo a las directivas de Beijing que imponían el apoyo de un mercado vacilante.
Por 3 semanas, a partir de la mitad de junio, se evaporaron casi 13,5 trillones de yuan de las bolsas de Shanghai y Shenzhen, mientras los inversores presa del pánico se precipitaban a vender los títulos en su posesión. Y si las turbulencias habrían comportado una pérdida de unos 200 billones a la rica elite del país, la carga real habría recaído sobre las espaldas de los inversores (los “gumin”) ordinarios, entre los cuales los trabajadores a bajo rédito, vendedores ambulantes, campesinos y amas de casa.
Estos pequeños inversores habrían perdido cada uno, según las estimaciones, al menos 420 mil yuan, una suma enorme si comparada a su riqueza total (Guangzhou Daily (Guangzhou), 4 de julio). Y los contragolpes sobre la esfera social ya se hicieron ver. Casos de suicidio y de violencias- como el hombre de la ciudad central de Nanchang que mató a su esposa porque había agotado las reservas de débitos en acciones por un valor de 1,8 millones de yuan- se pueden transformar en una ola de malestar hacia el estilo de gobierno del partido comunista (Ming Pao [Hong Kong], 10 de julio; Henan.China.com, 3 de julio.
Desde el 9 de julio se registró un retorno, si bien mínimo, a la confianza en los mercados; todavía es posible que el mercado chino de los títulos sufra todavía en el próximo futuro tendencias oscilantes sobre el modelo de las montañas rusas. Y si es verdad que el índice de la bolsa de Shanghai creció de 5,2 puntos en la semana que se concluyó el 10 de julio, el más pequeño mercado de Shanzhen hizo registrar hizo registrar un baja del 1,7% en el mismo período, con el índice de los títulos electrónicos (mejor conocido como el Nasdaq chino) cayó de 9,6 puntos porcentaje [Ming pao, 10 de julio].
¿Fuerzas económicas hostiles?
La dirigencia comunista china acusó a cuantos actúan operaciones de venta al descubierto, entre los cuales inversores institucionales extranjeros y de Hong Kong, reteniéndolos como responsables de la crisis. El 9 de julio pasado el Concejo de Estado pidió al vice- ministro para la Seguridad del Estado, Meng Qingfeng, un colega del presidente Xi Jinping cuando éste era secretario del Partido en Zhejiang, de guiar una fuerza especial encargada de investigar las “ventas fraudulentas al descubierto” de un número no mejor precisado de bróker y gestores de fondos (Ta Kung Pao [Hong IKong] 12 de julio; Xinhua, 9 de julio].
Sin embargo, es claro que la culpa de los mercados sobrecalentados es en gran parte debido al mismo aparato del Estado. A inicio de año, altos funcionarios y vocero del partido han iniciado a proveer previsiones super-optimistas de las cotizaciones accionarias. En un editorial publicado el 21 de abril por el People´s Daily, por ejemplo, se decía que “el mercado hacia arriba había apenas comenzado”. Otros comentarios han mostrado en modo elocuente que “el índice de los títulos es el ancla del “sueño chino”, como recita el mantra favorito por el presidente Xi. De consecuencia, muchos inversores han creído que el mercado pudiese sólo que crecer. Después de todo, la bolsa china siempre fue “un mercado guiado por la política por vía de las frecuentes interferencias del aparato estatal guiado por el partido [ China Economy Net,13 de julio; People´s Daily, 21 de abril; Phoenix TV, 28 de marzo].
Yendo más allá de los editoriales y las previsiones de los expertos, está la política: el presidente Xi y el Premier Li, este último un reformista cuyo lema es “dejen que el mercado haga lo mejor que pueda”, en la apariencia quieren bombear liquidez en el mercado económico. Ellos han hecho esta propuesta, tratando de convencer a los chinos a escarbar en sus ahorros por 130 billones de yuan e invertir en el mercado. La razón es simple. No obstante el hecho que el Banco popular de China (Pboc) varias veces bajó las tasas de interés, así como las relaciones de las reservas obligatorias de los bancos (Rrr), la economía permanece tibia y pone así en riesgo el objetivo del 7% de crecimiento del Pib para este año.
Además, las empresas estatales- muchas de las cuales están gravemente endeudadas- han beneficiado del pico de los precios de sus acciones. Según el Banco de América Merrill Lynch, los principales accionistas de la sociedad (incluidos los altos niveles de liderazgo) han vendido 360 billones de yuan en acciones en los primeros 5 meses de 2015, comp0arados con los 190 billones vendidos en todo el 2014. Fan Di, profesor de economía en la Peking University y ex banquero, subrayó que “las empresas de Estado son las principales beneficiarias del mercado accionario”. “Las otras partes que sacaron beneficios- agrega- son el gobierno, los agentes de bolsa, los profesionales de la finanza”. Fan estima que el 90% de los inversores no han ganado nada del mercado [ Reuters, 10 de julio; Eastmoney.com [Shanghai], 25 de febrero. La atmósfera similar a un casino que se respira al interior de la bolsa fue exacerbada por el hecho que la Pboc y la China Securities Regulatory Commission (Csrc) han concedido márgenes de endeudamiento por parte de los inversores, para facilitar la carrera a la adquisición de títulos a inicio de año [Caixin [Beijing], June 29, China Daily, 7 de Mayo].
Todavía, las medidas dirigidas a generar sentimientos alcistas empalidecen frente a la fila de edictos gubernamentales extraordinarios emitidos para bloquear la fuga precipitosa durante las fases emocionadas de fin de junio e inicio de julio. El 28 de junio, con una movida inusual, la Pboc rebajó las tasas contemporáneamente de interés y la cuota de las reservas obligatorias para los bancos (PBOC, 28 de junio). Poco después, Beijing postergó a una fecha a destinar una avalancha de nuevas ofertas públicas de títulos societarios y ordenó a los fondos de pensiones controlados por el gobierno de comparar cúmulos de títulos y acciones. El 4 de julio el Concejo de Estado convocó al administrador delegado de la más importante so0ciedad de intermediación del país para un encuentro de emergencia de 42 millones de dólares para ayudar a los mediadores a dar un nuevo impulso al mercado.
A esta medida siguió la directiva impartida por la Csrc el 7 de julio y dirigida a institutos e individuos que poseen el 5% o más de una compañía; ellos deben abstenerse de vender por al menos 6 meses. Dos días más tarde, mitad de las 2,800 compañías incluidas en las listas de las bolsas de Shanghai y Shenzhen suspendieron el título, causando la clausura virtual del mercado accionario [Reuters, 10 de julio: Ming Pao, 5 de julio; China Economy News, 30 de junio].
Después del bloqueo temporáneo de las ventas, el Global Times, voz oficial del partido elogió al “equipo nacional”- refiriéndose a la dirigencia Xi-Li- por haber tomado medidas decididas y eficaces para contrarrestar el caos financiero. Sin embargo, funcionarios chinos y extranjeros temen que el retorno de intervenciones masivas del Estado y otros tipos de acciones sobre el mercado puedan indicar un substancial paso hacia atrás en las reformas. En referencia a las repetidas intervenciones de Beijing en los mercados, el ministro del Tesoro Usa, Jack Lew subrayó: “Espero que esto no retrase el camino de las reformas… Si la reacción es la de bloquear las reformas, esto constituirá un freno al proceso” (Reuters, 8 de julio: VOA, 8 de julio). Hu Xindou, profesor en la Beijing University of Tecnology y voz crítica del gobierno, invita con fuerza al ejecutivo a minimizar las intervenciones del Estado y acelerar las reformas en los sectores financieros y de la seguridad. “el gobierno puede resolver los problemas ligados al mercado financiero sólo a través de las reformas. Entre estas reformas hay un fuerte restricción de las ofertas públicas (Ipo), mayor transparencia en el dar las informaciones, castigos más severos contra las compañías deshonestas y el mejoramiento de la gestión de y al mejoramiento de la gestión de las empresas” [Hu Xindou Blog, 9 de julio].
Reforma del mercado financiero, con características chinas
Desde que subió al poder a fines del año 2012, Xi Jinping varias veces repitió el imperativo de reforzar “la ideología, las instituciones y el camino del socialismo con características chinas”.
El jefe del Partido conservador ha ya eliminado a grupos de discusión sobre algunos temas calves, entre las cuales las leyes internacionales, las ideas democráticas del Occidente, la libertad de expresión y la independencia de la magistratura [Apple Daily [Hong IKong] 9 de mayo 2014; People´s Daily, 31 de mayo 2013]. Como ya había más veces advertido en el pasado el ex Premier Wen Jiabao, las reformas económicas no pueden tener suceso en falta de una liberalización política [China.com.cn, 14 de marzo 2012; Jinghua Times [Nanjing] 12 de octubre 2010]. La crisis financiera mostró como el arte de gobierno del presidente Xi- que concentra todo el poder decisional en los vértices del partido y usa diktat para dar inicio a las políticas gubernamentales- es en realidad un camino sin salida.
La burbuja especulativa refleja también las recaídas de 26 años de congelamiento de las liberalizaciones políticas impuestos por el partido comunista. En ausencia de esos pesos y contrapesos que pueden ser garantizados por una reforma política, las tanto decantadas directivas de alto nivel de Xi en materia de economía pueden revelarse un desastre. Mientras en muchas naciones de Asia, los medios obran de contraaltar al poder del Estado individuando las carencias de la política, el partido comunista chino impuso una estrecha censura ya sea en los medios impresos que en la red. A despecho del compromiso retórico de Xi a las reformas legales, el modo draconiano en el cual el gobierno central ha usado los bancos y los intermediarios para atenuar una crisis en apariencia creada por sí mismo, muestra su total desprecio por un justo proceso por un justo proceso. La falta de supervisión o de una normativa dirigida a la reglamentación implica que ni el Parlamento- que tiene la sola función de convalidar las normas- ni la Asamblea nacional del pueblo, ni la magistratura están en posición válida para frenar los excesos del aparato uni-partítico [Inmediahk.com [Hong Kong], 10 de julio]. Durante el derrumbe del mercado accionario, ningún miembro de la Asamblea o de Conferencia política consultora del pueblo chino-el más importante órgano consultor de China- hizo un comentario sobre cómo evitar la crisis. Esto frente a las reiteradas afirmaciones de Xi, según la cual su administración se habría acatado en el modo más riguroso a cuánto prevé la ley y el derecho en China [Xinhua,29 de marzo de 2014]. Además, al contrario de la filosofía tanto pregonado del “servir al pueblo”, la dirigencia comunista china mantuvo como prioridad absoluta la de enriquecer a “la aristocracia roja”, el mayor beneficiario del columpio de los mercados. Como subraya el experto de política china He Qinglian, el mercado accionario del país es una “máquina tigre que devora los bienes de las clases inferiores”. Ningún miembro de partido o unidad gubernamental el día después de la crisis hizo alguna promesa sobre una revisión de las operaciones en las dos bolsas [Radio Free Asia, 6 de julio].
La dirigencia de Xi parece haber excluido la democracia parlamentar y cada posible desviación futura del dominio de tipo autoritario del partido único. La falta de un fuerte rebote de los precios, a despecho de los enormes esfuerzos del gobierno de lanzar mensajes positivos indica que los inversores ordinarios han perdido la confianza en los “mercados guiados por la política”. La bolsa así se convirtió en una plataforma indirecta para los “gumin”, para demostrar el malestar en mérito a la eficacia de acción del aparato regido por el partido único. Hay pocas señales según la cual los inversores – que han perdido mucho- están planificando protestas anti-gobierno y otras acciones desestabilizadoras. Todavía, altos funcionarios entre los cuales el presidente Csrc, Xiao Gang terminaron en el centro de la picota por días en las redes sociales por no haber sabido reformar la dirigencia de Xi rechazándose de escuchar las directivas gubernamentales finalizadas en la producción de un rebote del mercado [Apple Daily, 8 de julio, Hong Kong Economic Times, 7 de julio]
Tasar a los pobres
Además, las modalidades en base a las cuales la administración Xi gestionó el mercado accionario hizo surgir uno de los problemas más importante de China: la brecha siempre más grande entre ricos y pobres. Un par de periódicos del continente ha indicado que, en media, los “gumin” han perdido hasta 410 mil yuan, el equivalente de 8 años de paga de un obrero, en los 20 días que han precedido el 3 de julio [Esatmoney.com, 5 de julio; Qianjiang Daily [Hangzhou] 4 de julio]. Recientemente el gran economista Mao Yushi escribió en su blog que un mercado accionario hiper- especulativo se transformó en un casino, donde los potentes- comprendidos cuántos tiene informaciones secretas acerca de las políticas del gobierno y líneas de crédito privilegiadas de los bancos-robando a los más débiles. “El caos no produce riqueza- concluye- sino concentra sólo más riqueza en las manos de una minoría”. [Qq.com, 10 de julio]
Si la administración del partido comunista es vista como cínica manipuladora de los mercados para propios fines, entre los cuales centrar los objetivos de crecimiento del Pib y garantizar ulteriores beneficios a las empresas estatales y a los hombres de negocios bien incluidos, los efectos a largo plazo de la crisis podrían tener un impacto devastador. Entre las personas comunes ya se había aliviado sobre el así llamado “socialismo con características chinas”. La capacidad de la dirigencia guiada por Xi en adoptar adecuadas contramedidas para reportar la justicia y la integridad en el mercado de los títulos accionarios podría provocar como respuesta un fuerte pedido de reformas políticas, que hasta ahora el partido comunista chino siempre negó a sus componentes.
13/08/2021 11:48