Sacerdote jordano: El ataque en Karak, obra de terroristas locales que buscan minar la unidad del país
El Pbro. Rifat Baader habla de un atentado “preocupante”, que corre el riesgo de tener “contragolpes” en la industria del turismo. No se trata de un lobo solitario, como solía ser en el pasado, sino de “un grupo compuesto, en su mayoría, por jordanos”. El vicariato latino está cerca de los familiares de las víctimas. Para Navidad, oraciones por la paz en Jordania y en el mundo.
Amán (AsiaNews) - Un ataque “preocupante”, que ha golpeado a jordanos y extranjeros, y que podría causar graves “contragolpes” en la industria del turismo, uno de los principales recursos de la economía del país. Por otro lado, preocupa el hecho de que “quien atacó no fue, como sucedió en el pasado, un ‘lobo solitario’, sino un grupo organizado y compuesto, en su mayoría, por jordanos”. Es cuanto afirma a AsiaNews el padre Rifat Baader, director del Centro católico para estudios y medios de Amán, al comentar el ataque de ayer contra la policía y el asalto al castillo medieval de Karak. El país está “unido” contra el fundamentalismo, el terror, la violencia, agrega el sacerdote, “pero hay gran alerta: esta vez, quienes atacaron fueron seis terroristas jordanos y un sirio. Antes de hoy, todo nos llevaba a pensar que el terrorismo era un peligro que venía del exterior, ahora sabemos que hay compatriotas que quieren minar la unidad nacional y atacar el país”.
El ataque se inició hacia el mediodía de ayer. Un grupo armado abrió fuego contra la policía, en las inmediaciones de una comisaría de la localidad de Karak, una pequeña ciudad de 170.000 habitantes ubicada en el sur de Jordania, a 150 km de la capital, Amán. En la zona hay un hospital italiano gestionado por religiosas, y que se desempeña a la vanguardia en la obra de acogida y ayuda a los refugiados que huyen de las guerras en Siria e Irak.
En medio del tiroteo quedaron involucrados algunos civiles, y habrían resultado muertos siete policías. Las víctimas fueron diez en total, entre ellas, un civil jordano y una turista canadiense. Otras 27 personas resultaron heridas.
El comando luego se dirigió al castillo de Karak, uno de los edificios más célebres de la época de las Cruzadas en la región; los atacantes irrumpieron en el interior y tomaron como rehenes a algunos visitantes, entre los cuales había varios turistas provenientes de Malasia.
El asedio se concluyó avanzada la noche, con un operativo de las fuerzas de seguridad jordanas que permitió la liberación de los rehenes. Hasta el momento no hay comunicaciones oficiales respecto a los terroristas muertos por las brigadas especiales.
La policía informó acerca del secuestro de armas y cinturones explosivos, halladas en un escondite utilizado por los “terroristas al margen de la ley”. Sin embargo, hasta el momento no ha quedado claro si los asaltantes pertenecen a grupos milicianos o tienen nexos con los movimientos yihadistas activos en la región. Fuentes oficiales, tras el anonimato, consideran que detrás del ataque habría grupos “extremistas” ligados al Estado islámico o a al-Qaeda, y que es alto el riesgo de que se produzcan nuevos episodios de violencia en las próximas semanas.
“Por el momento no sabemos cuál es la afiliación de los terroristas –explica a AsiaNews el padre Rifat Baader – y aún estamos esperando entender si habrá reivindicaciones oficiales al respecto. El elemento más preocupante es que el ataque fue efectuado por un grupo compuesto, en su mayoría, por jordanos”. Ante la preocupación y el miedo por la presencia de “células internas” dispuestas a sembrar la violencia, el sacerdote subraya “la ferocidad de un pueblo” que en estas horas se está ciñendo al rey Abdallah y a las máximas instituciones estatales.
“Tenemos confianza en el futuro –subraya el director del Centro católico para los estudios y medios de Amán-, y es confortante ver las imágenes de ayer, con simples ciudadanos ayudando a los policías en la captura de los terroristas. Cada vez que somos atacados, el país se muestra más unido y más fuerte”. “Por cierto que no hay que subestimar los riesgos –agrega- porque estamos en medio de una región que aún sigue en llamas. Las guerras en Siria y en Irak, las ofensivas para la liberación de los terroristas bajo el control de Daesh [acrónimo árabe para el Estado islámico] han causado una huida de yihadistas, que hoy se vuelcan a los países vecinos, entre ellos, a Jordania. Debemos prestar atención, pero los cristianos y los musulmanes de esta tierra están unidos contra el terrorismo”.
El padre Rifat no excluye el peligro de que haya “nuevos ataques”, y por eso acoge la invitación del vicario patriarcal latino para Jordania, Mons. Maroun Lahham, que llama a “rezar por la paz en Jordania y en la región”. “Nuestro vecino –concluye el padre Rifat- ha presentado las condolencias a las familias de las víctimas y ha pedido a las iglesias rezar por la paz. No habrá festejos ni luces de Navidad, acotaremos el fasto de los festejos, y participaremos en las celebraciones con mayor fe y recogimiento”.
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