Saad Sallum, académico iraquí: Con la mirada puesta en Abraham, el Papa viene para todos

El viaje apostólico promete ser un "gran apoyo" para todas las minorías, después del sufrimiento que provocó Daesh. Pero Francisco también viene por los sunitas y los chiítas, que esperan su paso por Najaf y el encuentro con al-Sistani. Un evento que también marca una nueva era para el país. El Patriarcado Caldeo presenta el logo y el lema oficial de la visita.

Bagdad (AsiaNews) - El viaje del Papa Francisco a Irak es un acontecimiento "importante para todas las minorías", porque envía una "fuerte señal, de gran apoyo" después del sufrimiento "bajo el régimen de Daesh [acrónimo árabe para el Estado Islámico, EI]". En diálogo con AsiaNews, son las palabras de Saad Salloum, periodista y profesor asociado de la cátedra de Ciencias Políticas en la prestigiosa Universidad al-Mustanṣiriyya de Bagdad, una de las más antiguas del mundo. Cofundador del Consejo Iraquí para el Diálogo Interreligioso y presidente de la Fundación Masarat, que se especializa en la protección de la diversidad, el académico ocupa numerosos cargos en organizaciones, asociaciones y organismos culturales comprometidos con el diálogo entre los distintos credos. En 2018 ganó el Stefanus Prize a la libertad religiosa.

Salloum es autor de varios libros y ensayos sobre la diversidad, entre los que se destaca uno dedicado precisamente a los "Cristianos en Irak", por el que recibió un premio del Patriarcado Caldeo. El estudioso pone el acento "en la visita a la ciudad histórica de Ur", de alto valor "simbólico". Es el lugar donde "nació el profeta Abraham", una figura "que es capaz de unir, ya que es el padre de los profetas de todas las religiones de Irak".

Ayer, en tanto, el Patriarcado Caldeo dio a conocer el lema y el logo oficial del viaje apostólico a Irak, previsto para el 5-8 de marzo. La expresión "Todos ustedes son hermanos" fue tomada de un pasaje del Evangelio de Mateo (23.8) y las palabras, en árabe, recuerdan el título de la última encíclica, la "Fratelli Tutti". El logo, sobre fondo blanco, lleva la imagen del Papa Bergoglio mientras saluda, flanqueado por un mapa estilizado de la nación, en el que emergen sus principales cursos de agua: el Tigris y el Éufrates, enriquecidos por una palmera, una paloma blanca (sobre las banderas de Irak y del Vaticano) y una rama de olivo, símbolos de la paz.

La paz y la fraternidad, estos son precisamente los temas sobre los que insiste Salloum en esta entrevista con AsiaNews:

Profesor, la visita del papa Francisco a Irak es un evento histórico para los cristianos. ¿Tiene el mismo valor para las otras minorías?

¡Sin duda! Es un evento importante para todas las minorías, porque envía una fuerte señal, de enorme apoyo, después del sufrimiento provocado por Daesh. En particular para los Yazidíes, los Turkmenos, los Shabak y los mismos Cristianos. [Los yihadistas] también atacaron a los musulmanes chiítas y sunitas, así que el mensaje del Papa se dirige a toda la comunidad iraquí. Es de particular valor, incluso simbólico, la visita a la histórica ciudad de Ur, en el sur, donde nació el profeta Abraham. Un evento simple pero único, que es capaz de unir, porque [Abraham] es el padre de los profetas de todas las religiones de Irak.

En el pasado el pontífice tuvo numerosos gestos orientados al diálogo con otros credos, especialmente con el Islam suní. ¿Será la ocasión para un cambio en las relaciones con los chiítas?

Creo que la perspectiva de una escala en Najaf sería muy importante, porque es el "Vaticano de los chiítas", un punto de referencia para millones de fieles de todo el Oriente Medio y del mundo islámico, que miran a al-Sistani [al gran Ayatolá Alí] y Najaf como un modelo y ejemplo. Veo varias similitudes entre al-Sistani y el Papa: la promoción de la paz, y una espiritualidad elevada. Muchos iraquíes, de diferentes comunidades, respetan a al-Sistani y sus discursos, que valoran la diversidad y apoyan la libertad de expresión. Ver al Papa Francisco caminando por esas calles y cruzando su humilde morada, creo que sería un mensaje muy fuerte.

¿Podría ser el comienzo de una nueva era para el país?

¡Desde ya que sí! Este viaje es realmente el signo de una nueva era, la etapa post-ISIS, una nueva sociedad que ha derrotado a Daesh y que ahora tiene que enfrentarse a nuevos retos: económicos, sociales, la estabilidad. Pienso en una nueva era, especialmente después de las protestas populares [de octubre de 2019] de las que fuimos testigos y que dejaron cientos de víctimas, especialmente jóvenes. Un nuevo movimiento social, un impulso que tal vez representaba lo que la realidad iraquí estaba pidiendo. Un espíritu patriarcal, en el que las personas pueden reconocerse en una identidad que sea nacional. El cambio de gobierno es uno de los efectos de estas protestas y realmente creo que la visita del Papa puede ser un signo más de reconocimiento de este nuevo espíritu, de esta nueva era.

El extremismo, el fundamentalismo, las ideologías violentas y radicales como la de ISIS, ¿siguen siendo una amenaza actual?

Se puede decir que se ha logrado vencer al ISIS en el plano de la guerra, pero su derrota en los corazones y las mentes de la gente es igualmente importante. El Papa puede ayudar a difundir el amor y promover la coexistencia entre las diferentes realidades, trabajar para contrarrestar el discurso del odio. Puede englobar a todas las almas del país bajo el mismo paraguas ideal de la paz y curar las heridas durante su visita a las ciudades cristianas y yazidíes, en la llanura de Nínive y en Sinjar. A estas zonas todavía no han regresado todas las personas [que solían vivir allí]; esta escala de su visita puede dar un nuevo impulso en favor de la convivencia en los lugares que son el epicentro de su origen, después de los terribles momentos vividos bajo el yugo de Daesh.

¿Qué rol pueden desempeñar los cristianos y otras minorías en el futuro de Irak?

Mediante el diálogo y las relaciones de reciprocidad entre cristianos y musulmanes, así como con los yazidíes y los sabeos, se pueden acentuar las diferencias y poner de relieve todos esos aspectos diferentes que caracterizan al Irak y que también pueden ser su punto fuerte. Aquí la diversidad es más acentuada que en otras naciones del Oriente Medio: hay una especie de poder blando (soft power) que deriva precisamente de esta diversidad entre las numerosas minorías, y se convierte en un patrimonio común a nivel religioso y no religioso.