Rusia y Turquía, un partnership energético y militar con un sello anti-americano
En Estambul, los dos gobiernos dan luz verde al proyecto TurkStream. Están previstos dos gasoductos, que comprenden una envergadura de 30 bcma en total. El primero responderá a las necesidades de la demanda interna, y el segundo llegará hasta las costas de Europa meridional. Se prevén acuerdos en el plano militar y en inteligencia. Dos frentes (aún) distantes, pero unidos por su contraposición a los Estados Unidos.
Estambul (AsiaNews/Agencias) – Turquía y Rusia han sellado un acuerdo inter-gubernamental que prevé, entre otras cosas, la construcción –programada desde hace tiempo- del gasoducto TurkStream, para transportar el gas ruso a través del territorio turco y del Mar Negro hasta Europa. La firma del contrato fue ayer en Estambul, en el marco del Congreso mundial sobre energía, que se está desarrollando en la metrópoli turca. Una red será utilizada para satisfacer la demanda interna, mientras que la segunda llegará hasta las costas de Europa meridional, atravesando el bloque ucraniano (y estadounidense).
Alexei Miller, director ejecutivo del gigante ruso de la energía, Gazprom, confirma que el acuerdo prevé la construcción de dos gasoductos, cada uno de los cuales tendrá una capacidad equivalente a 15,75 millardos de metros cúbicos de gas (bcma), por un valor total de 30 bcma.
Las dos redes debieran estar listas para el año 2019 y sustituirán al viejo (y ya desvanecido) proyecto South Stream, en el cual la Unión Europea dio marcha atrás de manera repentina.
Junto al partnership económico y energético, Ankara y Moscú fortalecerán la colaboración a nivel militar y de inteligencia.
Ayer, en Estambul, durante el encuentro que mantuvieron el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo turco, ambos discutieron sobre la cuestión siria; los dos líderes destacaron la necesidad de brindar asistencia humanitaria y de enviar artículos de primera necesidad a Alepo, epicentro del conflicto.
Las relaciones entre los dos países estaban resentidas desde hacía largo tiempo, luego de que un caza ruso fuera derribado en los cielos sirios por obra del ejército de Ankara. Sin embargo, al día siguiente del intento de golpe, Turquía comenzó a acercarse cada vez más al Kremlin, que habría suministrado información preciosa a nivel de inteligencia, orientada a frustrar la amenaza.
Así como ha habido una retoma de relaciones entre Ankara y Moscú, por el contrario, se ha vuelto cada vez más pronunciada la distancia entre Turquía y los Estados Unidos, otrora aliado de hierro, pero hallado culpable de no haber extraditado al líder religioso Fethullah Gülen, considerado el “cerebro” del golpe de Estado.
Al participar en una conferencia de prensa conjunta, Putin y Erdogan intervinieron diciendo estar confiados en que habrá una “normalización” de las relaciones entre los dos países, y que ésta debería darse en tiempo rápidos. A pesar de ser miembro de la OTAN, Ankara (al igual que Moscú) en este momento tiene varios motivos de contraste con el bloque Occidental. Y sobre ambos gobiernos pesan los retos a nivel económico, en un período de crisis que aún no parece archivarse.
Analistas y expertos subrayan que la alianza entre Turquía y Rusia está más basada en las “contraposiciones” con los enemigos en común que en “compartir” ideas y proyectos. Si bien por diversos motivos, es un hecho que ambos viven un momento de “aislamiento” en el plano internacional y que registran “tensiones significativas” con Washington.
En cuanto al restablecimiento de relaciones entre Turquía y Rusia, aún pesan algunos motivos de división sustanciales, uno de los cuales es el conflicto sirio. Junto a Teherán, Moscú es el aliado más fiel del presidente Bashar all-Assad, alguien bastante impopular en Ankara, que en cambio, sostiene las posiciones de varios frentes rebeldes (más o menos) moderados.
10/08/2016 11:48
09/08/2016 15:33
05/04/2018 10:31