Riad rompe relaciones diplomáticas con Teherán
Beirut (AsiaNews)- El ministro de Exteriores Adel al-Jubeir anunció anoche que Arabia Saudita interrumpió las relaciones diplomáticas con Irán, luego de que algunos grupos de manifestantes saquearon su embajada en Teherán y el consulado en la ciudad de Mashsd. Al Jubeir también afirmó que todos los diplomáticos iraníes deben dejar el país dentro de las próximas cuarenta y ocho horas.
Las manifestaciones protestaban contra la ejecución- sucedida hace dos días- del dignatario chií Nimr al Nimr, acusado de “terrorismo” por las autoridades sauditas. Junto a al-Nimr fueron ajusticiados otro cuarenta y seis “terroristas”, algunos sunnitas que pertenecían a al-Qaeda, otros chiíes. Varios de ellos fueron decapitados, otros fusilados delante de un pelotón de ejecución.
El 2 de enero por la noche centenares de manifestantes iraníes atacaron la embajada saudita en el barrio norte de Teherán, lanzando cócteles molotov y saqueando las oficinas consulares.
El guía supremo Alí Khamenei comparó las ejecuciones a las realizadas por el Estado islámico e invocó la “venganza divina” sobre la casa de los Saud.
El presidente iraní, Hassan Rouhani tuvo reacciones más moderadas. Condenó como un “error histórico” la ejecución de al-Nimr, pero también condenó la violencia de los manifestantes contra la embajada y pidió a las autoridades judiciales que castiguen a los autores de dichas “acciones ilegales”. La policía iraní arrestó a cuarenta y cuatro personas por el asalto, que fue definido como algo “totalmente injustificado” por Rouhani.
Tiempo atrás, la ONU, los EEUU y la Unión Europea habían aconsejado a Riad que no ajusticiara a al-Nimr, para no hacer renacer una nueva tensión entre sunnitas y chiíes y, sobre todo, un nuevo frente de lucha entre Arabia Saudita e Irán.
Por decenios, ambos países se disputan el control sobre el mundo islámico y actualmente combaten por el poder en Siria y Yemen. En Siria, Teherán apoya a Assad y combate al Estado islámico; Riad apoya a todos los opositores de Assad y combate al Estado islámico. En Yemen, Irán apoya a la minoría Houthi (de derivación chií); Arabia sostiene al gobierno de Adb Rabbo Mansur hadi y acepta también la colaboración de los grupos de al-Qaeda.
El asesinato de al-Nimr está desencadenando manifestaciones y críticas en todo el mundo islámico chií: en el Líbano, Siria, Irak, Pakistán y Cachemira india. Manifestaciones de chiíes se realizaron también en Europa y EEUU.
Según muchos analistas, la temeraria acción saudita hace correr el riesgo de aumentar aún más la tensión en la región medio-oriental volviendo todavía más difícil la búsqueda de soluciones a la guerra en Siria y Yemen, mientras se estaba tratando de iniciar nuevos diálogos entre los diversos frentes. Además, la reacción de Riad da aliento a los conservadores de Teherán y a los enemigos de Rouhani, que en los meses pasados había hecho ganar la posición moderada en los diálogos que han llevado al acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní.
Las relaciones entre Arabia saudita e Irán tuvieron altibajos desde la revolución khomeinista de 1979. Las relaciones diplomáticas entre ambos se interrumpieron entre 1987 y 1991, después de los enfrentamientos entre peregrinos iraníes y las fuerzas sauditas en la Meca en 1987, donde murieron unos cuatrocientos iraníes. En el año 2014 se intentaron distensiones, con la invitación a realizar una peregrinación a la Meca del ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif y de Rouhani, que nunca se realizó. La muerte del rey Abdallah, el ascenso al trono del rey Salman y, sobre todo, los ambiciosos Mohammed bin Nayef (sobrino del rey), como ministro del Interior y Mohammed bin Salman (hijo del rey), como ministro de Defensa han llevado a un endurecimiento de la política saudita.
17/12/2016 13:14
09/04/2015