Rangún, los jóvenes católicos “revigorizados” por el encuentro con el Papa Francisco
Si concluye el viaje apostólico del pontífice a Myanmar. Más de 6.000 personas en la misa con los jóvenes. La alegría de los chicos que pertenecen a grupos étnicos. De nuestro enviado.
Yangon (AsiaNews) – Del encuentro con el Papa Francisco los jóvenes birmanos salen “revigorizados, más fuertes en la fe”. Es lo que afirma a AsiaNews Jiosep Porlwin (foto), de 29 años, responsable de un grupo de chicos de Taunggyi, capital del Estado oriental de Shan, que ha participado en la misa con los jóvenes, que esta mañana marcó el cierre del histórico viaje del pontífice a Myanmar. “Para todos nosotros, el anuncio de esta visita ha sido una sorpresa maravillosa. Apenas lo supimos, comenzamos a prepararnos para la llegada del Papa. Durante cuatro meses, los chicos de la diócesis nos reunimos cada domingo para rezar juntos y cantar himnos en acción de gracias”, cuenta Jiosep. “La presencia del Papa Francisco en el país nos ha regalado momentos fantásticos, que jamás olvidaremos. La misa de ayer en el Kyaikkasan Ground reunió a todos los grupos étnicos, y para nosotros ha sido un momento muy significativo. Estoy muy feliz de que el Papa también haya encontrado tiempo para dedicarse a nosotros, los jóvenes. ¡Todavía no puedo creerlo!”
En la liturgia celebrada esta mañana en la catedral de St. Mary estuvieron presentes más de 6.000 personas. Sin embargo, sólo se permitió la entrada a la iglesia a cerca de 1.200 jóvenes, que desde hace días ya sabían de antemano qué lugar se les había asignado. En el exterior de la iglesia, más de 2.000 jóvenes hallaron lugar en el jardín del complejo, y pudieron seguir la misa gracias a las pantallas gigantes alistadas por la Conferencia Episcopal (CBCM). Al otro lado de los muros de la catedral, miles de personas se quedaron de pie a lo largo de la calle para poder participar de la celebración. En el momento de la comunión, algunos sacerdotes salieron para distribuir la eucaristía entre los fieles, bajo la mirada de las fuerzas de seguridad, que con gran esfuerzo, trataban de dirigir el ir y venir de las personas.
Al término de la misa, al salir de la catedral de St. Mary, los jóvenes dieron vida a un colorido desfile de trajes tradicionales. Todos llevaban con orgullo la vestimenta típica de su región de pertenencia, testimoniando la variedad de grupos étnicos que componen la sociedad birmana. Vestida en su traje Kachin, la joven de diecisiete años Seng Ra (foto), de Monsi (diócesis de Bhamo), comparte su alegría por el encuentro con Papa Francisco: “Su cercanía nos alienta a superar las dificultades que afligen nuestra tierra”. Adversidades que ella aún debe seguir superando, aunque haya participado de los eventos de Rangún: “Yo provengo de una familia muy pobre, somos cuatro hermanos. Para pagar el viaje de todos, trabajé duro durante varias semanas”, declara la joven, que estalla en un llanto de emoción, cuando cuenta que estrechó la mano del pontífice. A su lado está La Htaw zau Doi Aung, jefe del pueblo que ha acompañado a los jóvenes de Bhamo hasta Rangún. “Estos chicos son testigos de un evento que cambiará el país. La bendición del Papa traerá beneficios”, afirma.
“Aires de cambio” son lo que también respira Tin Aung Myint, a cargo de la delegación de jóvenes de la diócesis de Mandalay (foto). Él afirma: “El compromiso que, como católicos, hemos mostrado para organizar un evento tan importante, en tan poco tiempo, lo demuestra. El Papa nos ha responsabilizado, los jóvenes estamos dispuestos a trabajar por el bien del país”.
27/11/2017 12:00
29/11/2019 15:24