Rangún, crece la represión; la resistencia no cesa

de Francis Khoo Thwe

Tanques del ejército y carros blindados patrullan las principales carreteras del país. Hoy, ingenieros y estudiantes de tecnología protestaron en el norte de Rangún. Los soldados arrastran por la fuerza a los trabajadores y empleados que quieren adherirse a la desobediencia civil. Anunciaron que se revocarán los derechos humanos que estaban garantizados por la Constitución. Los soldados están autorizados a efectuar arrestos y allanar domicilios sin orden judicial, y a retener a las personas por más de 48 horas. Aplazan por dos días el proceso judicial contra Aung San Suu Kyi.

Rangún (AsiaNews) - El régimen militar que tomó el poder el 1° de febrero está dando pasos cada vez más decisivos hacia la represión. Al mismo tiempo y pese a que se han reforzado las medidas de control, no cesan las manifestaciones de resistencia al golpe de Estado.

Actualmente en Rangún los tanques y vehículos blindados del ejército patrullan las principales calles. El control social ha quedado en manos de los soldados, tras varias deserciones de policías que han engrosado el número de manifestantes.

Hoy, el abogado defensor de Aung San Suu Kyi anunció que el juicio contra ella se aplazó por tres días y se celebrará el 17 de febrero. "La Señora", líder del movimiento democrático, se encuentra bajo arresto domiciliario desde el primer día del golpe de Estado, acusada de importar ilegalmente algunos walkie-talkies.

A pesar de la represión, los ingenieros y estudiantes de tecnología protestaron hoy en el norte de Rangún. Los canales de televisión filmaron a los soldados arrastrando por la fuerza a los trabajadores del ferrocarril y a los empleados bancarios que promueven la desobediencia civil.

Por noveno día consecutivo, ayer, decenas de miles de personas tomaron las calles en varias ciudades del país, incluyendo la capital, Naipyidó, Rangún, Sittwe y Myitkyina. Myitkyina es la capital del Estado de Kachin, cerca de la frontera con China. Anoche las fuerzas de seguridad dispararon contra la multitud que protestaba. No está claro si se utilizaron balas de goma o proyectiles letales. Varios periodistas -que habían filmado el tiroteo- quedaron detenidos, pero serían liberados hoy.

La Junta militar anunció hace dos días la revocación de los artículos 5,7 y 8 de la Constitución del 2008, que defienden los derechos humanos básicos de la población. Por consiguiente, los militares podrán detener a las personas sin la necesidad de contar con una orden judicial y podrán efectuar allanamientos sin la autorización de un tribunal. Además, podrán buscar información a través de los proveedores de Internet y retener a las personas bajo arresto por más de 48 horas.

Mientras el acceso a Internet permanece bloqueado en casi todas partes, la Junta ha emitido órdenes de captura contra siete personalidades vinculadas al mundo democrático. Entre ellas, figuran Min Ko Naing, héroe de la generación de 1988 - el movimiento de estudiantes universitarios contra la Junta de aquella época - y Myo Yan Naung Thein, ex preso político. La orden exige que la población colabore con la policía para encontrar a los fugitivos. Cualquiera que ayude a los prófugos será arrestado.

Hasta la fecha, cuando menos 400 personas han sido arrestadas. Entre ellas se cuentan personalidades de la política, activistas pro democracia, médicos, empleados del sector público, estudiantes, etc.

Varios testimonios sostienen que hace tres días la Junta vació las cárceles de presos comunes y criminales para crear disturbios en las ciudades. En Rangún, los grupos de convictos provocaron incendios en varias calles de los alrededores de Tharkayta y supuestamente envenenaron la red de agua corriente en el distrito de Nga Moe Yeik. En cada barrio, grupos de voluntarios vigilan la zona para mantener alejados a los delincuentes en libertad, incluso construyendo barricadas.

Tom Andrews, experto de la ONU en asuntos vinculados con Myanmar (Birmania), dijo que los jefes del ejército serán incriminados “como responsables” en caso de hechos de violencia contra la población.