Ramadán: pese al Covid, 70.000 fieles en la Explanada de las mezquitas

Primer viernes de oración en que los fieles regresan a al-Aqsa después de las restricciones y cierres del año pasado debido a la pandemia. La mayoría eran israelíes de origen árabe. Se desarrolló con normalidad y no hubo momentos de tensión con la policía. Por su parte, Israel decidió reabrir turismo internacional (parcialmente y solo para vacunados) a partir del 23 de mayo.

Jerusalén (AsiaNews) - Decenas de miles de fieles musulmanes se congregaron hoy en el Monte del Templo en Jerusalén para la oración del primer viernes del Ramadán, el mes sagrado de ayuno y oración. Se trató de una primera (y tímida) señal de normalidad durante la pandemia de Covid-19. El año pasado, al igual que las iglesias y muchos otros lugares de culto, como el Santo Sepulcro, la plaza estaba desierta, la mezquita cerrada y solo algunos referentes islámicos pudieron acceder. Ahora en cambio, gracias a la campaña de vacunación masiva que se llevó a cabo en Israel - y que incluyó a la población árabe y de parte de los Territorios Palestinos y Jerusalén Este - se han levantado algunas de las restricciones.

Según algunas fuentes locales, ayer por la tarde concurrieron al rito cerca de 70.000 fieles, lo que confirma que se ha recuperado una cierta normalidad (parcial) después de los cierres, confinamientos y celebraciones on line. La mayoría de los asistentes eran ciudadanos israelíes de origen árabe que gracias a las vacunas pudieron acceder a la mezquita de al-Aqsa, el tercer lugar sagrado más importante del Islam después de La Meca y Medina.

La policía israelí había establecido imponentes medidas de control y seguridad para impedir el acceso a los que no estaban habilitados. Sin embargo, numerosos testimonios coinciden en destacar que todo se desarrolló con normalidad y la afluencia fue pacífica. En el pasado, para las oraciones del viernes en la época del Ramadán, las concentraciones superaban las 200.000 personas en la Explanada de las Mezquitas y los casos de desórdenes públicos no solían ser aislados.

Sheikh Azzam al-Khati, responsable del Waqf (ente para la protección de los bienes islámicos de Palestina) en Jerusalén, recuerda que el año pasado "Israel prohibió el acceso a todos" y "yo era el único que podía acceder a la explanada". Ayer, en cambio, se registró la mayor afluencia desde que comenzó la pandemia del nuevo coronavirus hace más de un año, aunque la cifra es inferior a las 100.000 personas que contabiliza el líder religioso musulmán, y está formada por árabes israelíes, de Jerusalén o provenientes de los territorios ocupados de Cisjordania.

Por su parte, el Ministerio de Turismo de Israel, en colaboración con el Ministerio de Salud, anunció para el próximo 23 de mayo la reapertura de las fronteras al turismo internacional, acogiendo a grupos de visitantes que hayan recibido la vacuna contra el Covid. No será una apertura generalizada, sino solo de contingentes de un número limitado de personas, tras un año de prohibición total del turismo y las peregrinaciones religiosas, que constituyen una de las principales fuentes de ingresos de la comunidad cristiana local.

La semana que viene se espera que el gobierno publique las pautas y directivas que regularán el acceso, junto con las sucesivas fases de reapertura. De hecho, para los visitantes individuales se habla del mes de julio, aunque por el momento no hay fechas oficiales. En cualquier caso seguirá siendo obligatorio mostrar un hisopado negativo en el aeropuerto de salida y la prueba serológica que confirma la presencia de anticuerpos contra el Covid-19 al llegar al aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv. Para ello, se están estudiando los protocolos de validación de las vacunas fabricadas en el país de origen.