PyeongChang: concludas las Olimpíadas, comienza ‘una Nueva ola’ de diálogos

Seúl quiere que Pyongyang y Washington se sienten a una mesa de negociaciones. Corea del Norte se abre al diálogo con los EEUU, que, a su vez, insisten: deben comprometerse a renunciar a la carrera nuclear

Seúl (AsiaNews/Agencias) – Paz y esperanza para el futuro, éstos han sido los elementos centrales en la ceremonia de clausura de las Olimpíadas invernales, titulada “La nueva ola”. Título que representa de manera acabada la nueva fase emprendida tras PyeongChang: la etapa post-olímpica de diálogos entre las dos Coreas y los Estados Unidos.

La relaciones inter-coreanas están atravesando un momento positivo desde que el líder norcoreano Kim Jong-un aceptó enviar a sus atletas a las Olimpíadas de Pyeongchang. Desde entonces, se han sucedido encuentros e iniciativas de reconciliación, además de varias “primicias históricas”: la primera visita de un miembro de la familia líder norcoreana Kim y el primer equipo inter-coreano.

De momento, sigue habiendo varios obstáculos para ver realizada la esperanza surcoreana de llevar a una misma mesa de negociaciones al aliado americano y al vecino norcoreano. El 23 de febrero, el presidente americano Donald Trump anunció nuevas sanciones contra Pyongyang, asestando un golpe a otras 50 compañías de transporte y comercio. Además, el presidente de los EEUU agregó que un eventual fracaso de esta campaña habría empujado a Washington a lanzarse a una dura “Fase dos”. Corea del Norte condenó estas declaraciones refiriéndose a las mismas como un “acto de guerra”. La “crisis” pareció reemprenderse ayer, cuando Kim Yong-chol, cabeza de la delegación norcoreana presente en la ceremonia de clausura, anunció que Corea del Norte tiene “suficiente” intención de dialogar con la Casa Blanca. Por su parte, los EEUU han respondido reafirmando su posición: “Veremos si el mensaje de hoy de Pyongyang, en el sentido de estar disponible a dialogar, representa dar los primeros pasos rumbo al camino de la desnuclearización”. Los EEUU insisten en que la renuncia a [la carrera] nuclear por parte de Corea del Norte es una precondición para cualquier iniciativa de diálogo. Hasta ahora, Pyongyang siempre excluyó esta posibilidad.

El presidente surcoreano Moon Jae-in debe anunciar su decisión con respecto a la invitación de visitar Corea del Norte. La Casa Azul quiere mantener encendida la esperanza de reconciliación con la república socialista vecina, sin perder el favor del aliado americano. Lo que de alguna manera pondrá a prueba las relaciones inter-coreanas serán los próximos ejercicios militares conjuntos, que debieran llevarse a cabo una vez concluidas las Para-olimpíadas, el 18 de marzo.