Presupuesto en rojo para el Estado islámico, incluso los terroristas aumentan los impuestos

En los últimos meses los ingresos del llamado "Califato" disminuyeron en un 30%. En marzo recibió US$ 56 millones en los ingresos, mientras a mediados de 2015, la cifra fue de 80 millones. También disminuyó la población en los territorios controlados por Daesh, que pasó de nueve a seis millones. Para poner remedio los líderes yihadistas han impuesto nuevas tasas. Multas para los que no responden correctamente a las preguntas sobre el Corán

Bagdad (AsiaNews / Agencias) - Los ingresos del Estado islámico y la población que vive en los territorios controlados por el grupo yihadista han sufrido un colapso en los últimos meses, un descenso del 30%, en particular en el área de las finanzas. Esto se muestra en un estudio recientemente publicado por el instituto especializado de IHS Jane, con sede en los Estados Unidos; de acuerdo con la investigación, el déficit de ingresos podría - en el largo plazo - ser decisivo para la caída del llamado "Califato". Para hacer frente a este problema, los líderes yihadistas ya han tomado medidas para introducir nuevos impuestos y derechos en el área ahora bajo su control, incluyendo un fuerte impuesto sobre la "reparación de antenas parabólicas".

A partir de los resultados en el estudio del Ihs Jane’s que "en marzo el año 2016 el ingreso mensual del Estado islámico ha caído a US$ 56 millones". A mediados de 2015, todos los ingresos sobre una base mensual tenía una media de 80 millones de dólares.

Con base en la información obtenida a través de Internet (redes sociales en particular) y de otras fuentes sobre los territorios de Siria e Irak, el informe también añade que la producción de petróleo en las zonas bajo el control yihadista también disminuyó, pasando del 33 por mil a 22 mil barriles día. Para los expertos, estas pérdidas se deben a los ataques aéreos en los últimos meses por parte de Estados Unidos y Rusia.

Por lo menos la mitad del dinero que fluyen a las arcas del Daesh [acrónimo en árabe del EI] provienen de los impuestos y la confiscación de los negocios y activos. El petróleo constituye el 43%, mientras que el resto es el resultado del tráfico de drogas, la venta de electricidad, además de donaciones.

También de acuerdo con el estudio del Ihs Jane’s, el EI ha perdido al menos el 22% de su territorio en los últimos 15 meses; Al mismo tiempo, la población en las zonas bajo el control de la milicia yihadista se redujo a seis millones, en comparación con los nueve millones del pasado reciente. Esta es también una de las razones de la disminución de los ingresos en las arcas del Daesh.

Para compensar las pérdidas, los líderes de los movimientos islámicos sunitas de ultra-fundamentalistas han aumentado impuestos en los servicios básicos: entre ellos están los conductores de camiones, las tasas de impuestos para aquellos que deseen instalar o reparar antenas parabólicas y "deberes de salida" para aquellos que quieren dejar una ciudad o un pueblo en manos de Isis. A estos se suman las "multas" para aquellos que no responden correctamente a las preguntas sobre el Corán y el islam, y la capacidad de convertir en dinero los castigos corporales (como la flagelación) impuesta por un comportamiento que se "aparte" de la moral y la religión musulmana.

Según algunas fuentes, también habría "cortado" los salarios reservados a los combatientes, con caídas de hasta el 50% del "estipendio" percibido antes. Detrás de la decisión, explican los líderes, existen "circunstancias extraordinarias".